Después del madrugón para hacer fotos en Matsumoto y del más que merecido desayuno buffet libre, cogimos el tren dirección a Nakatsugawa para recorrer la famosa ruta de Nakasendo. Esta era la zona más rural que íbamos a conocer de Japón y nos hacía mucha ilusión. A la vez, esto también supuso que no había mucha información publicada al respecto e íbamos un poco a la aventura, sin saber cómo iba a ser el día.
Historia de la ruta Nakasendo
El origen de esta antigua ruta se remonta al periodo Edo, cuando se utilizaba para conectar Kyoto con Tokyo. Bordeando el trayecto se construyeron una especie de poblados pequeños donde los transeúntes pudieran parar a descansar. Son lo que se conocería hoy en día como “ciudades dormitorio”, y habían un total de 69 en todo el trayecto.
Como es lógico, estos poblados tuvieron su momento de gloria dado el gran tráfico que pasaba por la ruta. Viajeros, comerciantes… Pero la llegada de los medios de transporte modernos como el ferrocarril supuso su declive.
De entre los 69 poblados, 2 de ellos destacan por haber sabido aprovechar la fama para redirigir su economía hacia un nuevo negocio: el turismo. Mantuvieron la estética medieval original restaurando algunos edificios y prohibieron el paso de vehículos a motor por la calle principal, de forma que se pudiera pasear con tranquilidad. Convirtieron las casas de madera en museos donde contar su historia y ryokanes y restaurantes para cubrir las necesidades de los visitantes. Se trata de los pueblos de Magome y Tsumago en el valle del Kiso.
Nakasendo en la actualidad
Hoy en día la excursión consiste en hacer el recorrido entre ambas poblaciones. En total el trayecto son unos 8km (unas 2,5-3h según indicaban, nosotros lo hicimos en 2h) y se puede realizar en ambos sentidos, aunque te recomiendo que comiences en Magome y acabes en Tsumago: los primeros 2-3km son de subida y el resto es de bajada, así evitas cansarte innecesariamente.
Una vez en Tsumago tienes opción de seguir andando o en bus hasta Nagiso (4km), donde puedes coger tren para volver a Nakatsugawa o hacia donde tengas el alojamiento.
Aunque la ruta comienza a ser conocida, no es uno de los puntos incluidos en los paquetes turísticos habituales. No es una Tokyo, Kyoto o Hiroshima. Como resultado, por el camino te encuentras grupos de turistas, parejas y familias, pero todavía se puede pasear tranquilamente disfrutando de la ambientación y las vistas.
Dónde alojarse
Lo más recomendable es completar nuestra experiencia haciendo noche en uno de los ryokan de Magome o Tsumago, pero estos son bastante escasos y supongo que más caros. Si no los reservas con tiempo posiblemente esté todo ocupado, como nos pasó a nosotros.
La alternativa pasa por hospedarse en alguna población cercana más grande como Nakatsugawa o Nagiso. Nosotros nos alojamos en el hotel Route Inn Nakatsugawa. La habitación es un pelín más espaciosa que las otras dos en las que habíamos estado (tampoco mucho, sigue siendo Japón). No tuvimos ninguna queja con respecto a la limpieza, atención y demás, y tuvimos suerte porque nos tocó un piso elevado y gozábamos de buenas vistas.
Sin embargo, su ubicación es el punto débil. Está a unos 2,5km de la estación de JR, y aunque el paseo es agradable el caminito es pesado si vas cargado con maletas porque va de subida. La alternativa pasa por coger un bus, pero ya te toca esperar, y la frecuencia de paso no es muy alta. Teniendo en cuenta que sólo estábamos de paso para hacer la ruta y madrugar al día siguiente para ir a Kyoto, hubiese sido más acertado un hotel más cercano a la estación. Otra opción hubiese sido alojarse en Nagiso, que es donde terminamos la ruta y también cuenta con tren.
Cómo llegar a Magome
Hay varias opciones en tren en función de dónde partamos, todas incluidas con el JR Pass. En nuestro caso salimos desde Matsumoto:
- De Matsumoto a Nakatsugawa con el Limited Express Shinano (1h 15m. aprox.).
- Desde Nagoya (50 minutos)
- Desde Nagano (2h 10m.)
Una vez en la estación de Nakatsugawa hay un servicio de bus a Magome. La duración del trayecto es de 30 minutos y cuesta 560¥, aunque lo peor es la frecuencia de paso: el bus pasa cada 30-60 minutos dependiendo del día y de la franja horaria.
Mientras esperábamos el bus vino un taxista “pirata” que se ofreció a llevarnos a Magome, por 600¥. Tan sólo había que esperar a ser 4 personas más y arrancaríamos. No tardamos ni 5 minutos en llenar el coche, y en 10-15 minutos llegamos a Magome. Por la diferencia de precio creo que vale la pena, ahorras tiempo porque vas directo sin hacer paradas.
Tras completar la ruta tendremos que ver cómo llegar al hotel. En nuestro caso teníamos que volver a Nakatsugawa, así que había varias opciones:
- Deshacer el camino cogiendo un bus de Tsumago a Magome (600¥) y otro hasta Nakatsugawa (otros 600¥).
- Coger bus o seguir andando 4km hasta Nagiso, y de allí y coger el tren a Nakatsugawa (incluído con el JR Pass).
Nuestro día: llegada a Nakatsugawa
Nada más llegar a la estación (GPS 35º 30′ 0″N, 137º 30′ 11E) nos hicimos el ánimo de ir andando hasta el hotel. Teníamos 2,5km pero no sabíamos si había servicio de bus que llegase hasta allí, ni dónde cogerlo ni nada… Ignorantes de nosotros pensamos que iba a ser un paseo, lo que desconocíamos era que el camino iba a ser cuesta arriba…
Al poco de salir de la estación llegamos a un parque alargado llamado Honmari (GPS 35º 29′ 45N, 137º29′ 58E) que transcurre siguiendo el río Nakatsu. Pasear por su único camino fue muy agradable, rodeado de cerezos en flor y con el suelo cubierto por un manto de flores ya caídas.
EXIF: 60mm | F/5.6 | 1/250″ | ISO 100
EXIF: 24mm | F/2.8 | 1/1.000″ | ISO 100
EXIF: 35mm | F/11 | 1/30″ | ISO 100
Nos cruzamos con varios grupos de párbulos con su vestido y sombrerito típico, evocándonos la sensación de estar en una serie de dibujos manga.
EXIF: 35mm | F/8 | 1/100″ | ISO 100
Dejando atrás la belleza de este lugar seguimos andando por zonas de oficinas hasta tener que subir el puente peatonal que cruza el ancho río.
(foto de Google Maps en Street View)
Te puedes imaginar qué gustito daba ir cargado con la maleta grande… Cuando estábamos a mitad puente nos paramos a admirar las vistas. Desde la altura veíamos correr el agua entre piedras y nos podíamos hacer una mejor idea del entorno.
Nakatsugawa está rodeada de montañas, lo que le da cierto encanto. Nos sorprendió que a orillas del río hubiesen construido zonas de juego para niños, parking de coches, etc. porque apenas había diferencia con el nivel del río. Lo tendrán controlado, pero daba la impresión de que a poco que subiese el nivel del agua podría desbordarse y cubrirlo todo.
Si el puente nos había parecido duro tocaba seguir subiendo escaleras… Y más adelante, para cruzar una autopista muy transitada, tuvimos que pasar por un paso bajo teniendo que bajar y luego subir más escaleras. Poco después por fin habíamos llegado al hotel.
Preparamos mochilas para llevar lo básico a la excursión y dejamos las maletas en consigna puesto que era demasiado pronto para hacer el check-in. Preguntamos también si había forma de llegar a la estación en transporte público y nos dijeron que paraba un bus justo enfrente del hotel, pero que la frecuencia de paso era muy baja. No había ninguno que fuese a pasar pronto, así que deshicimos andando el camino hasta la estación de trenes y nos pusimos a esperar el bus que nos llevaría a Magome.
A los pocos minutos fue cuando llegó el taxista pirata y nos ofreció llevarnos en coche si conseguíamos completarlo. En cuestión de minutos se apuntaron una pareja canadiense y otros dos chicos, y para allá que nos fuimos. Nos salió bien la jugada: por lo que eran al cambio 0,40€/persona nos ahorramos 30 minutos entre esperas y tiempo de trayecto.
Iniciamos la ruta Nakasendo
El día salió nublado, aunque las previsiones decían que a mitad mañana saldría el Sol. Según nos dijo el chófer el día anterior había llovido y para el día siguiente se esperaban lluvias fuertes. Vamos, que habíamos tenido mucha suerte.
Nos pusimos en marcha sin perder más tiempo. Al entrar al inicio de la ruta en Magome (GPS 35º 31′ 33″ N, 137º 34′ 0″ E)había un pequeño mapa. Lo inspeccionamos pero no tenía mucho misterio porque era seguir el camino, así que seguimos.
EXIF: 24mm | F/8 | 1/125″ | ISO 100
El camino empedrado nos llevaba entre casas antiguas de madera que guardaban todo el aspecto original, aunque ahora estaban reconvertidas en tiendecitas de souvenirs, de comida, museos y restaurantes. Algunas tenían molinillos de agua y parcelas con plantaciones.
EXIF: 52mm | F/8 | 1/320″ | ISO 100
EXIF: 62mm | F/9 | 1/500″ | ISO 100
Poco tiempo después llegamos a un mirador con vistas a las montañas de alrededor. El cielo nublado daba un ambiente bucólico, y después del estrés de las grandes ciudades agradecimos la calma de este lugar. Estábamos ni más ni menos que a 2.192 metros de altura.
EXIF: 42mm | F/9 | 1/160″ | ISO 100
Unos 10 minutos más tarde se acabó la calle empedrada y nos tocó cruzar una carretera de asfalto para adentrarnos al bosque por un camino rural.
EXIF: 24mm | F/5.6 | 1/125″ | ISO 100
Durante un rato estuvimos andando por un camino como el de esta foto, con zonas despejadas que permitían ver las montañas vecinas. Empezábamos a pensar que nos habíamos equivocado comenzando la ruta por Magome, porque íbamos de subida todo el rato. Sin embargo, poco después empezamos a descender y fue todo el camino de bajada hasta Tsumago.
A medida que bajábamos los laterales del sendero comenzaban a espesarse quedando completamente cubiertos por árboles, tierra y piedras. El sonido de un río nos acompañaba a ratos, y la tierra se notaba más húmeda. Finalmente llegamos al río, teniendo que cruzar por una puente al otro lado.
EXIF: 24mm | F/8 | 1/30″ | ISO 200
Una de las cosas curiosas que hay en esta ruta es que cada cierto tiempo te encuentras al borde del camino unos postes metálicos con una pequeña campana. Supuestamente están puestas para que en caso de que te encuentres con un oso las hagas sonar para asustarlo. No sé si será verdad, ni si será efectivo, pero nosotros no vimos ninguno. Puedes ver una de estas campanitas en el poste negro que queda a la derecha en esta foto:
EXIF: 36mm | F/8 | 1/60″ | ISO 400
Y finalmente llegamos a Tsumago (GPS 35º 34′ 40″ N, 137º 35′ 43″E), una población con el mismo tipo de construcciones y comercios que Magome. De verdad que es como transportarte a otra época…
EXIF: 52mm | F/8 | 1/200″ | ISO 100
EXIF: 50mm | F/8 | 1/200″ | ISO 100
Ya eran las 14:15h. “Hora de comer”, pensamos. Pues mi gozo en un pozo. Todos lo que encontramos era caro y estaba lleno. Aparte todo estaba escrito en japonés y casi nadie hablaba inglés. Aunque el cielo ya se había despejado y el Sol nos estaba achicharrando, decidimos seguir andando los 4km que nos separaban de Nagiso para intentar comer allí o coger el tren a Nakatsugawa (eso ya sería más bien una merienda…).
Siguiendo el camino hasta Nagiso
Cuando estudié las posibilidades fotográficas de esta zona encontré un punto elevado en la montaña con vistas a los pueblecitos (GPS 35º 35′ 5″N, 137º 35′ 44″E). Está a la salida de Tsumago, de camino a Nagiso. Por lo que pude averiguar, allí están las ruinas del Wife’s castle (aunque quedan más bien pocas). Las fotos hechas desde allí al atardecer deben quedar muy chulas. Hasta incluso pensé en hacer alguna nocturna circumpolar o algo por el estilo, pero quedó descartado al no poder hacer noche en Tsumago.
Por el camino vimos también un pequeño templo y un santuario de madera bastante curioso:
EXIF: 24mm | F/8 | 1/250″ | ISO 100
EXIF: 24mm | F/4.5 | 1/40″ | ISO 100
Finalmente llegamos a la estación de Nagiso (GPS 35º 35′ 57″N, 137º 36′ 31″E). Como el próximo tren iba a tardar en llegar, no nos quedaba otra que buscar comida aquí. Era un poco tarde para comer según las costumbres japonesas, y no sabíamos seguro si encontraríamos restaurante o si tocaría comprar algo en cualquier supermercado. Preguntamos a la mujer de la estación y nos dijo que justo enfrente había uno que todavía estaba abierto.
Cuando vimos el que nos estaba diciendo no tenía mucha pinta de restaurante sino más bien de cafetería, con máquinas expendedoras en la puerta. De hecho se llama Cafe Izumiya (GPS 35º 35′ 55″N, 137º 36′ 29″E). Entre la pinta exterior, que se tratase de una cafetería y que teníamos toda la sala para nosotros nos dió la impresión de que la comida no estaría muy alla.
(foto de Google Maps en Street View)
Nada más lejos de la realidad. La comida estaba muy rica, el precio muy bueno y Aleyda tenía platos vegetarianos. Fue todo un acierto.
Vuelta al hotel y fin del día
La vuelta al hotel desde la estación la hicimos andando de nuevo y transcurrió sin nada reseñable. Eran las 20h y estábamos reventadísimos. Pero todavía no podíamos descansar porque no teníamos nada para cenar. Fuimos a un supermercado que quedaba a 700 metros (junto a un Mc Donald’s) y cogimos unas cervezas, papas y unos noodles, y con un hervidor que teníamos en la habitación preparamos la cena, no sin antes pegarnos una ducha. Ahora sí que estábamos en la gloria.
EXIF: 46mm | F/8 | 1/125″ | ISO 100 (panorámica de 6 tomas horizontales a mano alzada)
Había sido un día muy intenso, sobretodo para mí que llevaba levantado desde las 4 de la madrugada. Había visto amanecer en el castillo de Matsumoto. Habíamos cambiado de hotel, cogido dos trenes y un taxi. Habíamos paseado por una ruta histórica, visitando varios pueblos con una atmósfera feudal que te transportaba al pasado.
Al final del día habíamos andado 30,46km según mi pulsera de actividad. Nos habíamos ganado la cena y la cama… Íbamos a tener que madrugar para llegar cuanto antes a Kyoto y comenzar a disfrutar de la ciudad. Te lo contamos en la siguiente publicación 😉
Índice
- Preparando una ruta de 2 semanas
- Tokyo: Shinjuku, Meiji y Shibuya
- Tokyo: del Palacio Imperial a la Torre Mori
- Tokyo: Bunkyo, Yanaka, Ueno y Senso-ji
- Tokyo: Chureito Pagoda y Rainbow Bridge
- Tokyo: Nikko, Rainbow Bridge y Tokyo Station
- Matsumoto
- La ruta Nakasendo: de Magome a Tsumago
- Kyoto: Fushimi Inari-taisha y Yasaka dori
- Kyoto (Arashiyama, templos y geishas)
- Hiroshima y Miyajima
- Osaka (excursión a Nara + Umeda Sky building)
- Osaka (barrios comerciales y el castillo)
Galería de fotos en Flickr: Japón
Extra: Estadísticas fotográficas del viaje a Japón
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