Después de haber hecho la ruta de Nakasendo y pasar momentos de desconexión total toca volver a la civilización. Nos ponemos rumbo a nuestro próximo destino: ¡Kyoto!
Viaje a Kyoto desde Nakatsugawa
Nos levantamos temprano y desayunamos en el propio hotel. Luego nos fuimos andando a la estación para coger el tren de las 9:55h dirección Nagoya, donde teníamos que coger el Shinkansen a Kyoto a las 11:09h.
Y aquí viene la primera metida de pata del día 😆 Estábamos esperando en el andén, empanados con nuestras cosas, y eso que llega un tren con destino Kyoto. Nos subimos y conforme cerraban las puertas nos dimos cuenta de que no era nuestro tren. Después de tomarnos la molestia de reservar, hacer una metida de pata así de tonta… Resulta que eran las 11h y nuestro tren pasaba a las 11:09h.
Antes de buscarnos un problema, pillamos un revisor y le contamos lo que había pasado. Tranquilamente nos acomodó en unos asientos (habían bastantes vacíos). Así de amables son en Japón.
No sabíamos a qué velocidad íbamos porque no había una pantallita que lo indicase, pero notamos que el tren iba más deprisa que el resto de los que habíamos cogido hasta entonces. A diferencia del AVE, notas la velocidad pero es un movimiento más suave y no se taponan los oídos.
Nos salió bien la jugada y todo, ¡llegaríamos antes a Kyoto!
Kyoto, la «ciudad capital»
La ciudad de Kyoto es conocida como la «ciudad capital» porque del año 794 al 1868 era la capital de Japón. En 1868 el emperador Meiji trasladó la corte a Tokyo, haciendo que Kyoto perdiese mucha relevancia.
A causa de ello, y también a que fue la única ciudad japonesa no bombardeada en la 2ª Guerra Mundial, Kyoto es una ciudad muchísimo más tranquila y tradicional que Tokyo. De ahí que tenga infinidad de templos y barrios con estética antigua (callejones, casitas bajas de madera). Es la ciudad de nuestro viaje que más ilusión me hacía visitar y poder fotografiar.
Otra cosa que la ha hecho conocida es el protocolo de Kyoto. Se firmó en 1997 para reducir la emisión de gases y así combatir el efecto invernadero y el calentamiento global. No sé si tendrá algo que ver, pero el caso es que la fisonomía de la ciudad hace que sea fácil visitarla andando o en bicicleta.
Cómo moverse por Kyoto
Kyoto no cuenta con una amplia red ferroviaria como Tokyo que te permita llegar a todos los puntos turísticos. Hay una línea de tren que cruza la ciudad de Norte a Sur y otra de Este a Oeste. Nada más. Por tanto es una opción muy poco flexible.
Lo mejor es sin duda el bus, la bicicleta o andar. Si no te importa el precio tienes la opción más cómoda: los taxis.
En cuanto al bus, circula de 6:00 a 22:30h y tiene una tarifa única (excepto para Arashiyama) de 230¥/viaje para adultos y 120¥/viaje para niños. Luego hay un pase «City bus all-day pass» para hacer todos los viajes que quieras durante 24 horas por 500¥ los adultos y 250¥ los niños.
Después de leer comentarios y valorar las distintas opciones llegamos a la conclusión de que lo mejor era el bus. Tener planificados los puntos a visitar marcados en un mapa facilita mucho la decisión. Dividimos las visitas por zonas y nos dimos cuenta que comprando el pase de 24h de bus tendríamos suficiente. Lo usaríamos para ir hasta los puntos más lejanos, y luego visitaríamos las cosas a pié. Ya sabes que a nosotros andar no nos molesta nada.
No te voy a engañar, como verás ahora luego nos costó bastante aclararnos con los buses, pero aún así es la mejor opción. Te dejo aquí el mapa de la red de autobuses, pincha en la imagen para descargar el mapa completo a alta resolución.
Si te decantas por el bus tienes que saber que el pase de 24 horas lo puedes comprar en oficinas de turismo, algunos hoteles y en el propio autobús. Cuidado con la historia que supone pagar en el bus. Se paga al bajar (no al subir) en una máquina que hay junto al conductor, y los conductores no tienen cambio así que debes llevar el dinero justo.
Primera equivocación con el bus
Nada más llegar a la ciudad dejamos las maletas en el Hotel Hearton (GPS 35,0.7697N, 135,45.6339E). Compramos el bono de bus y nos dirigimos hacia una plaza que nos indicó el hotel, desde donde salen infinidad de buses (GPS 35,0.519N, 135 46.3466E).
La idea era subirnos al bus para ir hasta el templo Ginkaku-ji (el templo de Plata). Pensábamos que iba a ser más fácil saber qué bus coger, pero nos resultó muy complicado saber si iban o venían. Preguntamos a varias personas pero nadie supo indicarnos con certeza. Una chica jóven se tomó bastantes molestias y al final nos dijo dónde debíamos esperar. Por fin vino el bus, y cuando llevábamos un par de minutos en marcha no me cuadraba la dirección que estaba tomando. Estaba en lo cierto, íbamos en dirección contraria 😥 Aparecimos en la estación central de buses. Esa era su última parada y había que bajar obligatoriamente. Hoy no era nuestro día…
Llegados a este punto tocó cambiar de planes. Aquí otra ventaja de tener las cosas pensadas de antemano: en caso de tener que cambiar de planes (como nos pasó a nosotros) te puedes adaptar muy rápidamente y recalcular la ruta como haría un TomTom. Es la recompensa de un trabajo bien hecho.
Decidimos acercarnos al templo Toji. Estaba un poco lejos (como a 20 minutos andando), pero preferimos ponernos en marcha antes de volverla a liar. Total, íbamos a tardar casi lo mismo entre esperar al bus y demás.
Toji temple
Toji es un templo budista de Kyoto (GPS 34,58.8808N, 135,44.8577E) construido en el año 796, aunque lo que vemos hoy en día es una reconstrucción del año 1644. Con 54,8m. de altura es la torre de madera más alta de todo Japón.
La intención no era entrar, sino quedarnos en los jardines para hacer alguna foto. La entrada costaba 500¥, y en Kyoto hay que ser selectivo a la hora de entrar a templos porque hay un montón…
No se podía entrar a la parte del jardín que quería ir porque estaban de obras, así que me tuve que conformar con esta vista:
EXIF: 70mm | F/8 | 1/400″ | ISO 100
Sin más que hacer allí, lo que más cerca quedaba era el santuario de las 10.000 puertas rojas. Ese es quizá el único punto de la ciudad al que es interesante ir en tren porque tiene la parada de JR justo enfrente y otra de metro a poca distancia. ¿El problema? Desde donde estábamos no había buena combinación de tren. Entre andar, esperar el tren, hacer trasbordo y demás íbamos a tardar casi más. De nuevo, optamos por patear hasta llegar al santuario. De haber sabido que no iba a poder hacer una foto en condiciones no hubiésemos ido al templo Toji para no ir tan apurados el resto de las visitas.
Santuario Fushimi Inari-taisha
El santuario Fushimi Inari-taisha (GPS 34,58.0284N, 135,46.3603E) es conocido como uno de los lugares más bonitos de Kyoto y uno de los símbolos del país. Su particularidad son los miles de toriis rojos (dicen que hay unos 32.000) que van marcando el camino que sube por la colina hacia el santuario.
Originalmente, Inari era un espíritu protector de las cosechas (sobre todo de arroz). En la actualidad es tradición que los empresarios, sea cual sea su negocio, donen uno de estos toriis al santuario para que le traiga riqueza.
El santuario principal se encuentra arriba de la colina, aunque por el camino hay pequeños santuarios, y abajo del todo está el santuario Go Honden y la puerta Sakuramon. Nosotros, como somos tan originales, aparecimos por un lateral de la colina y empezamos el trayecto desde la parte Oeste en el sentido de las agujas del reloj. Normalmente se inicia desde el Sur y en sentido contrario.
EXIF: 24mm | F/8 | 1/80″ | ISO 800
Como ves, la probabilidad de pillar un encuadre limpio de gente, o al menos con un sujeto principal sobre el que centrar la atención, es casi imposible. Y eso que nos quedamos un ratito a ver si había suerte, pero nada. Fíjate también en el ISO tan alto. Al estar en penumbra no hay mucha luz ambiente, con lo que las partes iluminadas por el sol se queman fácilmente. Hice alguna foto con trípode para hacer un bracketing en condiciones y usar un filtro de 10 pasos para borrar la gente, pero como el camino era bastante estrecho no era plan de molestar.
La hora a la que fuimos no fue la más acertada. Por las dificultades que te he contado te recomendaría ir a la hora azul o de noche. Podrás usar el trípode tranquilamente y no habrá ni la mitad de gente. Además hay algunos toriis que tienen farolillos, y si los pillas encendidos tendrás una imagen bastante buena.
Siguiendo con la ruta, como es lógico, al ser una colina primero vas de subida y luego de bajada. Algunas zonas son tipo rampa y la mayoría con escalones. Aquí también se ven un montón de asiáticas vestidas con kimonos para hacerse fotos, como pasaba en el templo Senso-ji de Tokyo.
EXIF: 56mm | F/8 | 1/500″ | ISO 800
EXIF: 70mm | F/11 | 1/30″ | ISO 800
Y ya casi al final del recorrido conseguí una foto sin gente:
EXIF: 46mm | F/8 | 1/40″ | ISO 800
Durante la visita verás múltiples estatuas de zorros con una llave en la boca. Son los guardianes del granero donde se guarda el arroz (y por extensión, los guardianes de la riqueza).
EXIF: 65mm | F/5,6 | 1/1000″ | ISO 100
Finalmente llegamos a la zona por donde deberíamos haber entrado, la puerta Sakuramon con el santuario Go-Honden al fondo:
EXIF: 24mm | F/8 | 1/640″ | ISO 100
Fushimi Inari es sin duda uno de los puntos imprescindibles del viaje. A pesar del tumulto y demás, el lugar transmite una sensación ancestral y de paz espectacular. Piensa que el camino, además de estar bordeado por los toriis, está en plena naturaleza rodeado de árboles.
Con esto acabábamos nuestra visita y poníamos los pies en polvorosa para llegar al atardecer a otro de los hitos de Kyoto: la pagoda Yasaka dori.
Pagoda Yasaka dori
Callejeando como siempre, por zonas poco turísticas, notábamos que los edificios y las tiendas iban cambiando. En vez de encontrar restaurantes y pastelerías empezaban a aparecer tiendas de alquiler de kimonos, casas de té y venta de artesanía. Así fue como nos recibió el barrio de Gion.
EXIF: 70mm | F/8 | 1/20″ | ISO 400
EXIF: 65mm | F/5,6 | 1/80″ | ISO 100
Gion es un antiguo barrio de Kyoto que todavía conserva la estética tradicional. Está dividido por una carretera principal que lo atraviesa. A grandes rasgos podríamos decir que al Este de la carretera quedan la pagoda Yasaka dori (GPS 34,59.913N, 135,46.7538E), las calles Ninenzaka y Sannenzaka, y los templos Kiyomizu-dera y el Kodai-ji. El lado Oeste está más bien lleno de casas de té y es donde tienes una alta probabilidad de cruzarte con geishas (al igual que en el barrio de Pontocho).
El objetivo de hoy era hacer una foto a la pagoda Yasaka en la hora azul, por tanto nos quedaríamos en la zona Este de Gion. Como habíamos llegado con tiempo, primero paseamos un poco por las calles Ninenzaka y Sannenzaka.
EXIF: 48mm | F/11 | 1/40″ | ISO 100
EXIF: 34mm | F/8 | 1/50″ | ISO 200 (bracketing 2 tomas)
Ya estábamos en plena hora dorada, así que fuimos a situarnos donde quería hacer la foto: subiendo la calle de la pagoda Yasaka. Todavía estaba muy concurrida, pero poco a poco la cantidad de gente comenzó a reducirse.
EXIF: 46mm | F/9 | 1/1000″ | ISO 100 (bracketing de 3 tomas)
EXIF: 70mm | F/8 | 1/320″ | ISO 100
Comencé a prepararme para la llegada de la hora azul. Posicioné el trípode y configuré la cámara haciendo pruebas con filtro de densidad neutra para borrar la gente que seguía pasando. Al poco vino un chico asiático y me pidió permiso para ponerse a mi lado. Estuvimos charlando amenamente sobre cámaras y demás, y cuando nos dimos cuenta ya éramos un grupo de fotógrafos apiñados. Eso sí, habían respetado el órden de llegada y todo el que venía se ponía al fondo para no tapar el encuadre. ¡Increíble!
Finalmente llegó el mejor momento, el azul del cielo comenzaba a ofrecernos ese contraste que tanto nos gusta con las luces amarillas de la ciudad:
EXIF: 35mm | F/8 | 8″ | ISO 100 (con trípode y filtro ND 6 pasos, bracketing de 2 tomas)
Estando allí coincidimos con otra pareja de fotógrafos de Valencia, concretamente de Xirivella. ¡Casualidades de la vida!
De repente una japonesa de mediana edad salió un poco enfadada y nos empezó a decir cosas que no entendíamos. Pero dedujimos que querían sacar un coche de la casa y molestábamos porque estábamos en la puerta del garaje. Tuvimos que cambiar de posicióne ir un poco más hacia abajo.
Y aquí vino algo que me resultó súper curioso. Si ya era sorprendente que unos 6-7 fotógrafos estuviesen con trípodes y sin molestarse, respetando el órden de llegada, mucho más sorprendente fue cuando me preguntaron si me iba a cambiar de posición 😯 Allá donde quisiera ir, ellos venían detrás. Increíble no, ¡lo siguiente! Esta es de un poco más tarde:
EXIF: 34mm | F/8 | 4″ | ISO 100 (con trípode y filtro ND 6 pasos, bracketing 2 tomas)
Así fue como fuimos cambiando de encuadres de forma más o menos coordinada hasta que el cielo se quedó demasiado oscuro como para que mereciese la pena seguir.
EXIF: 36mm | F/8 | 1/4″ | ISO 100 (con trípode, bracketing 5 tomas)
El encanto que tiene esta zona es indescriptible. Volvería una y otra vez a fotografiarla. Tiene esa ambientación que hemos visto miles de veces en películas, dibujos manga, comics, etc. de estilo ninja. Una pasada.
Pontocho, el mejor barrio para comer
Habíamos pateado muchísimo y sólo habíamos comido cosas de picoteo por el camino. La verdad es que fue un poco burrada, pero al haber picado se nos fue el hambre a la hora de comer, y luego ya no encontramos nada.
Siguiendo las recomendaciones de los valencianos que habíamos conocido (y que ya llevaban varios días en la ciudad) nos dirigimos al barrio de Pontocho (GPS 35,0.3098N, 135,46.2647E). Al ser tan de noche apenas hice fotos, pero para ello nos propusimos volver al día siguiente 😉 Las calles son estrechitas y llenas de carteles de tiendas, restaurantes y de todo. Es una zona muy animada, y sin duda creo que la mejor para comer en Kyoto.
Y como habíamos ahorrado en la comida, nos dimos una buena cena en un restaurante que nos dió buena impresión. Estaba todo tan a tope que tuvimos que comer en la barra.
EXIF: 50mm | F/5,6 | 1/40″ | ISO 3.200
¡Hasta nos animamos a probar el sake! Admito que no me gusta nada, pero teníamos la exposición de botellas en frente nuestra y alguna había que probar…
EXIF: 50mm | F/2 | 1/60″ | ISO 1.600
EXIF: 50mm | F/5,6 | 1/40″ | ISO 1.600
Fin del día
Y así fue cómo después de todo el día arriba y abajo recogimos nuestras maletas en el hotel y nos fuimos a nuestra habitación a descansar. Al día siguiente sería nuestro último día en Kyoto y había que aprovecharlo. Es de lo que más me arrepiento en el viaje, de no haber pasado más días en esta ciudad tan bonita y con tantas cosas para ver.
Andamos un total de 27,38km, algo menos que el día anterior pero no está nada mal, ¿no? Ya lo sé… es de locos. Pero bueno, es que nosotros empezamos a andar y perdemos la noción de la distancia 😀
Y aquí la ruta que hemos hecho:
Índice
- Preparando una ruta de 2 semanas
- Tokyo: Shinjuku, Meiji y Shibuya
- Tokyo: del Palacio Imperial a la Torre Mori
- Tokyo: Bunkyo, Yanaka, Ueno y Senso-ji
- Tokyo: Chureito Pagoda y Rainbow Bridge
- Tokyo: Nikko, Rainbow Bridge y Tokyo Station
- Matsumoto
- La ruta Nakasendo: de Magome a Tsumago
- Kyoto: Fushimi Inari-taisha y Yasaka dori
- Kyoto (Arashiyama, templos y geishas)
- Hiroshima y Miyajima
- Osaka (excursión a Nara + Umeda Sky building)
- Osaka (barrios comerciales y el castillo)
Galería de fotos en Flickr: Japón
Extra: Estadísticas fotográficas del viaje a Japón
Leave a reply