Trasladándonos a Gili Trawangan
Hoy tocaba abandonar con mucho pesar y con muchas cosas por ver la isla de Bali.
Riasa nos había organizado el traslado a Gili Trawangan. La compañía fue Mahi Mahi Dewata, que por 600.000 IDR/persona incluía el siguiente recorrido:
- Traslado del hotel en Ubud al puerto de Bali (Padang Bai).
- Ferry rápido de Bali a Gili Trawangan (2 horas).
- Ferry rápido del puerto de Lombok al puerto de Bali (este es el viaje de vuelta).
- Traslado del puerto de Bali al hotel en Kuta.
Hay otras opciones más baratas como usar el ferry público, pero tarda 4-5 horas. Nosotros preferimos aprovechar nuestra corta estancia en la que prometían ser una isla paradisíaca.
Realmente el ferry rápido podría ser mucho más rápido si fuera diréctamente de Bali a Gili, pero lo que hacen es pasar primero por Lombok, luego por otra de las Gili y finalmente Trawangan.
Si eres de los que te mareas tómate Biodramina porque la vas a necesitar. No es que sea un viaje súper movido (nosotros pillamos buen día) pero ten en cuenta que son barcos pequeños donde se nota más el movimiento de las olas.
Una vez llegamos a destino agradecimos haber traído mochilas en vez de maletas, pues te dejan en una zona donde el agua cubre algo más de un palmo, y el camino que recorre la isla es de una mezcla de pavimento, tierra y arena.
Y ahí estábamos, viendo en persona esas aguas transparentes que hasta ahora sólo habíamos visto en revistas y publicidad. Bonito sin duda, pero no tanto como te lo pintan en los anuncios. También influye que una foto la ves cómodamente en casa mientras que estando allí pasas un calor de la leche… (¿os he dicho que odio el calor?)
También hay en el mismo puerto un montón de “burrotaxis” llamados “cidomo” dispuestos a llevarte al hotel, por si no quieres andar… Son unos caballos muy pequeños, típicos de Gili. Nosotros somos de echarle piernas al asunto. La isla está plagada de estos cidomo y también de servicios de bicicleta. Si le añades la aglomeración de gente, andar por la calle principal que rodea la isla es un suplicio.
Hotel Vila Ombak
Después de un ligero paseo desde el puerto llegamos a nuestro hotel Vila Ombak. Nada más llegar nos dieron un pequeño cocktail de bienvenida, un zumo fresquito que con el calor que hacía nos vino de lujo. Empezábamos a cogerle el gustito a esto de cambiar de hotel 😀
Después nos acompañeron a nuestra habitación. Este hotel es una especie de villa, con apartamentos ubicados en distintas áreas de un enorme jardín. A nosotros nos tocó casi al final. Cada vez que queríamos salir del hotel o volver a nuestra habitación teníamos que andar un huevo…
EXIF: 18mm | F/10 | 1/30″ | ISO 200
Cada apartamento tiene una habitación en la planta baja y otra arriba, cada una con una señora terraza. En la foto no se aprecia porque nos juntamos para hacer la foto con un encuadre más cerrado, pero era el doble de ancha de lo que veis.
EXIF: 24mm | F/7.1 | 1/30″ | ISO 1.250
Dentro de la habitación comprobamos que todo era igual de espacioso que la terraza, y como es habitual en Indonesia teníamos para hacernos café y té gratis. Muy curioso fue el llavero que nos dieron. Está claro que con ese tamaño y hecho de madera lo que buscan es evitar problemas cuando un cliente despistado se meta con ellas en el mar.
EXIF: 18mm | F/3.5 | 1/40″ | ISO 800
EXIF: 18mm | F/8 | 1/100 | ISO 3.200
EXIF: 18mm | F/8 | 1/50″ | ISO 3.200
Como siempre, dejamos los trastos, nos duchamos y nos fuimos sin perder más tiempo.
En las instalaciones del hotel había los mencionados jardines, con árboles, palmeras y flores de distinto tipo, y una piscina que siempre estaba llena de gente, con un DJ en directo. Es la típica que tiene una barra de bar en la que puedes pedir cocktails sin salir del agua. Nosotros nos bañamos un día por pasar el rato y el agua estaba hiper caliente…
EXIF: 65mm | F/4.5 | 1/160″ | ISO 100
También había una mesa que era toda un tablero de ajedrez con fichas bastante más grandes de lo habitual.
EXIF: 34mm | F/5.6 | 1/200″ | ISO 100
Primera vuelta de reconocimiento
Salimos del hotel para dar una pequeña vuelta y ver qué había alrededor, buscando de paso un sitio donde comer.
Pudimos comprobar que desgraciadamente la primera impresión que nos habíamos llevado de camino al hotel era lo que nos íbamos a encontrar: tumulto de gente, sobretodo jóvenes en busca de juerga y alcohol, cidomos y bicis pasando cada dos por tres… Todo ello conlleva un olor (digámoslo finamente) nada paradisíaco.
Para que os hagáis una idea, Gili Trawangan viene a ser como una zona de fiesta de Ibiza: la gente en su mayoría va a desfasar. Luego están los que buscan relax y no salen de su complejo y el trocito de playa que les corresponda.
Es una verdadera lástima. Estas islas podrían ser verdaderos paraísos si símplemente estuvieran cuidadas. Ahora bien, hoy por hoy nosotros pensamos que no lo son, y afirmarlo con rotundidad sin decir los pormenores es llevar a engaño. Por lo menos a mí me resulta imposible abstraerme de tanta suciedad que se ve por la playa: botellas de plástico y cristal rotas por la playa, ropa, chanclas, condones…
A decir verdad la playa que esta justo delante de los complejos hoteleros suele estar más limpia. Por eso si no sales de tu área ni te dedicas a explorar la isla puede que vuelvas con otra sensación distinta a la nuestra.
Volviendo a nuestro objetivo, que era buscar comida, huimos un poco de los restaurantes de la playa con precios inflados. Hay que ver cómo cambia la cosa de la primera línea de playa a símplemente una calle más atrás. Y no me estoy refiriendo sólo a los precios, sino también al tipo de construcciones que ves. Es como cuando en una gran ciudad pasas de la zona cosmopolita al barrio antiguo y pobre. Aquí pasa lo mismo, en primera línea tienes la superfluidad en persona, la “gran farsa para guiris” donde todo es guay, y después tienes a los habitantes viviendo en la miseria.
En fin, que me caliento y me desvío otra vez del tema. Encontramos un barecito que hacía esquina con buen precio y con comida muy rica. Tenía una terraza (cubierta, menos mal) con varias mesas. Como pega decir que si coincidías con más gente tardaban bastante en servir. Todas las comidas durante nuestra estancia las hicimos allí. Te pido perdón porque no recuerdo el nombre, y he intentado localizarlo con Google Maps, pero como no hay Street View… (¿te imaginas al cochecito de Google allí? 😆 ). Error por no ir apuntando las cosas mientras viajas, para los viajes que hagamos a partir de ahora cambiará la cosa.
Una vez llenado el depósito nos fuimos a descansar un poco a la habitación. ¡Cómo agradecí el aire acondicionado!
Buscando la puesta de Sol
Después de la siesta, y con el Sol ya más bajo, fuimos a dar una vuelta para fotografiar el atardecer. Sólo había planificado la hora aproximada y la zona por la que me tendría que mover para tener el Sol en línea recta. Sin embargo no tenía un punto exacto al que ir porque desconocía lo que me iba a encontrar (alguna roca interesante, alguna barca…).
Para ser sincero sí que hay un sitio donde se suele ir y es una especie de columpio fabricado dentro del mar. Pero al ser tan típico sabía que iba a estar abarrotado de gente queriendo subir para hacerse la foto. Como además quedaba lejos e íbamos justos de tiempo fui disparando según iba viendo.
Esta es la que más me gustó cómo quedó:
EXIF: 18mm | F/10 | 1/40 | ISO 640
A pesar de lo que pueda parecer esta imagen no es un HDR sino una única foto, sin más misterio que un poco de edición con máscaras de luminosidad y algún filtro degradado en Lightroom.
Encontré también un columpio, que aunque no era el famoso ni estaba dentro del mar hizo su apaño. La botella del suelo no es nuestra, la podría haber borrado como hice con el resto de suciedad, pero creo que quedaba perfecta para el “momento relax” que evocaba.
EXIF: 35mm | F/8 | 1/60″ | ISO 200
EXIF: 35mm | F/5.6 | 1/15″ | 3.200
Esta es de una pareja que pillé en un ambiente “tutto romantico”:
EXIF: 70mm | F/5.6 | 1/6″ | ISO 800
Encontramos terrazas de bares y hoteles con música en directo:
EXIF: 70mm | F/4.5 | 1/13″ | ISO 6400
Y por último os dejo una foto de un simpático cangrejo que se nos cruzó por el camino.
EXIF: 70mm | F/3.2 | 1/50″ | ISO 6.400 (iluminado con la linterna de un iPhone 6)
Madrugando que es gerundio
Al día siguiente nos pusimos la alarma bien pronto para buscar un punto desde el que fotografiar el amanecer. La zona del puerto es desde donde mejor se ve la salida, así que para allá fuimos con la intención de coger alguna barca como motivo principal.
La hora azul comenzaba a las 6h, así que un poco antes salimos de nuestra habitación. Todavía era de noche y nos cruzábamos con gente que volvía de fiesta (y alguno que otro esparcido en el suelo). A veces pienso que tengo el espíritu viejo porque veo esas cosas y no me apetece nada pegarme esas fiestas que acaban por la mañana. Sin embargo, cuando veo el amanecer en todo su espendor me doy cuenta de que realmente estoy tomando la opción más inteligente, disfrutando de la vida mientras otros como mínimo se pasarán resacosos todo el día.
Dejando de lado el momento filosófico, llegamos al puerto y encontré una barca de las tradicionales de Indonesia. Ya tenía motivo principal, sólo quedaba esperar a que comenzara a salir el Sol. La espera se nos hizo un poco larga porque tuvimos que aguantar a dos guayones borrachos intentando cazar una tortuga en el agua…
EXIF: 42mm | F/11 | 1/640″ | ISO 1.600 + 42mm | F/11 | 1/160″ | ISO 1.600 (aquí puedes ver cómo la hice)
EXIF: 34mm | F/11 | 1/60″ | ISO 100 (con Flash)
EXIF: 44mm | F/11 | 1/320″ | ISO 100 + 44mm | F/11 | 1/1250″ | ISO 100
De vuelta al hotel desayunamos en el buffet que teniamos incluido. Aquí fue cuando me hice adicto a los zumos de frutas exóticas. Lo sé, eran de todo menos naturales y súper azucarados, pero estaban tremendos y con el calor entran muy bien.
Modo explorador “on”
Cumplidas las necesidades básicas decidimos explorar la isla. Había visto una antena de telecomunicaciones en el centro de la isla que quedaba en alto, y quería ver si se podía acceder para ir al atardecer y coger alguna panorámica o algo. Pregunté en el hotel y me dieron las indicaciones para llegar.
Para allá que nos fuimos. A medida que nos adentrábamos en la isla las construcciones y la gente delataban la pobreza que allí viven mientras a pocos cientos de metros hay gente con todo tipo de lujos. Pasamos de los complejos hoteleros de primera línea de playa a calles con casas antiguas y tiendecidas medianamente aseadas y finalmente sendas de campo con construcciones desastradas e incluso chabolas.
EXIF: 56mm | F/8 | 1/100″ | ISO 1.600
EXIF: 24mm | F/8 | 1/5″ | ISO 800
Pero no sólo en las construcciones se nota la diferencia. Estando en una isla y hablando de un país que todavía está en desarrollo, ¿te has planteado qué hacen con la basura generada en hoteles, restaurantes y las propias casas? Yo te lo cuento: lo tiran todo en campos que hay en el interior de la isla y de vez en cuando lo queman. De ahí el aire desagradable que se respira a veces en Gili y que hace perder todo el glamour a la isla.
Los lugareños con los que nos cruzábamos nos miraban con cara de “¿pero qué hacen aquí estos?”. Es normal, no me imagino a los típicos turistas que visitan Gili explorando esta parte de la isla. Aún así, como buenos indonesios no perdían la simpatía y educación que les caracteriza.
No conseguíamos llegar a la antena. Preguntamos a varias personas pero cuanto apenas entendían el inglés. Finalmente uno nos dijo que íbamos bien, pero que debíamos adentrarnos por una zona en la que ya no había camino ni nada. Descartamos la idea porque no nos daba ninguna confianza andar solos en zonas tan poco salubres y posiblemente con algún bicho o animal peligroso.
Seguimos el camino en el que estábamos, escoltado por árboles a ambos lados. Según el mapa debería salir más o menos a la zona del columpio donde estuvimos ayer. Nos paramos apenas unos segundos para sacar esta foto y de repente nos dimos cuenta de que nos empezaba a picar el cuerpo.
EXIF: 24mm | F/8 | 1/20″ | ISO 400
Llevábamos unos buenos picotazos de mosquito, y que teníamos más mosquitos rondándonos. Aunque salimos rapidito de allí ya no nos librábamos de tener unos enormes picotazos. Íbamos rociados con Goibi (protección extrema contra mosquitos tropicales) y llevábamos las pulseras Parakito. Aún así, se habían ensañado con nosotros sin que nos enterásemos, y tenían que ser como poco radioactivos. Nunca había tenido habones tan grandes, y nos duraron hasta el final del viaje.
Cambiando a modo “vago”
El resto del día lo pasamos de forma tranquila, bañándonos un poco en la playa, otro poco en la piscina, leyendo…
EXIF: 24mm | F/11 | 1/125″ | ISO 100 (con polarizador)
Por la tarde quería haber aprovechado nuestro último atardecer en Gili pero Aleyda empezó a encontrarse mal de la barriga y se nos hizo tarde para salir. Acabamos dando una vuelta entera a la isla (cosa que no te lleva más de 30 minutos) y poco más. Nos fuimos a descansar porque al día siguiente nos esperaba un día duro: nos íbamos a Lombok para estar de excursión todo el día sin llegar al hotel hasta la tarde-noche.
Conclusión
Espero que tras todo lo que te he contado entiendas mejor por qué cuestiono que las Gili (o al menos Trawangan) sea el paraíso que nos venden. Efectivamente en cuanto a naturaleza, vistas y demás es una auténtica pasada. Lástima que lo tengan tan descuidado. Símplemente manteniendo la isla limpia luciría 20 veces más. Sólo te diré que he usado el tampón de clonar como nunca en mis fotos, y no con la intención de hacer montajes sino sólo para borrar la suciedad.
Quizá las hermanas menores (Gili Air y Meno) sean una mejor elección si vas a pasar poco tiempo, al ser más tranquilas y sin tanto movimiento de juerga. Sin embargo una estancia más larga puede que se traduzca en aburrimiento salvo que seas un apasionado del snorquel.
No puedo cerrar el post sin comentar una noticia reciente por un suceso en las Gili cuanto menos curioso. Al parecer pillaron a unos jóvenes australianos robando una bici de un hotel. Las leyes obligan a los ladrones a pasear por toda la isla con un cartel colgando del cuello con el crímen que han cometido, para que todo el mundo sepa cómo son. Les acompañan guardias de seguridad (ya que no existe la policía) y posteriormente son obligados a abandonar la isla. Lo llaman “walk of shame” (el camino de la vergüenza). Aquí puedes leer la noticia entera.
Keep on moving!
Índice Diario de Viaje Indonesia (21 días)
- Preparativos previos
- Tour express por los Emiratos Árabes
- Ubud: primer contacto con Bali
- Bali, la isla de los Dioses
- Gili Trawangan. ¿El paraíso?
- Lombok, naturaleza salvaje
- Kawah Ijen y el fuego azul
- Amanecer en el volcán Bromo
- Yogyakarta, centro de arte y cultura
- Templos Borobudur, Mendut y Prambanan
Galería de fotos: Emiratos Árabes | Indonesia
Vídeo resumen: Wonders of Indonesia
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