Índice
¿Sabes ese momento en el que debes elegir el destino de tu próximo viaje? Cuando te sientas, miras un mapamundi y dices: ¿dónde me apetece ir el año que viene? Se te revuelven las mariposas en el estómago ante la infinidad de opciones. Tenía clarísimo que quería ir a Canadá, pero por las fechas en las que podíamos ir todavía había nieve y muchas carreteras cortadas.
Por aquel entonces (2018) había oído a varias personas hablar maravillas sobre un país llamado Myanmar (antigua Birmania) en el Sudeste Asiático. Decían que era un diamante en bruto, todavía por explotar, pues no era ni de lejos tan turístico como Indonesia, y que su gente era amabilísima. Sin embargo, todos decían que era un destino para practicar fotografía de calle y retratos porque a nivel paisajístico no valía demasiado.
Soy una persona muy tenaz, y basta que me digan que no voy a ser capaz de hacer algo para poner todos mis empeños hasta lograrlo. Así es cómo se encendió mi vena aventurera y pensé… ¿por qué no intentarlo? Sería un destino donde conseguir fotos menos vistas y sentirte un poco “pionero”. A fin de cuentas, todo país tiene maravillas naturales únicas y edificios interesantes, sólo hay que saber buscarlos.
Datos básicos sobre Myanmar
Para que te sitúes un poco, Myanmar hace frontera con India y Bangladés al oeste, Tailandia y Laos al este y China al norte.

Antes que nada tienes que saber que Myanmar fue dictadura hasta el 2011, una dictadura que duró 50 años de hambre, guerras y torturas. Actualmente viven en una democracia un tanto cuestionable. Aunque la cosa está aparentemente calmada en las zonas turísticas, salirse de ellas sí es un tanto peligroso. El gobierno sigue persiguiendo ciertas etnias y algunas regiones están en guerrilla y cerradas al turismo. Otras zonas remotas (como las montañas del norte) sólo se pueden visitar solicitando permiso y contratando obligatoriamente un guía local.
A pesar de ser un país rico en petroleo, jade, gemas y otros minerales, en 2016 Myanmar ocupaba el puesto nº 145 de 188 de países en vías de desarrollo. Como suele pasar, estos recursos se reparten entre pocas manos de forma que es uno de los países con más brecha salarial y desigualdad del mundo.
Su capital actual es Naypidó, aunque hasta 2005 era Yangon (que sigue siendo la ciudad más poblada del país).
Moneda y pagos
La moneda oficial de Myanmar es el kyat (se pronuncia “chat”), y para que te hagas una idea de su cambio, 1 EUR = 1700 MMK aproximadamente.
Es una moneda “rara”, por lo que muchas casas de cambio españolas no la trabajan, o como mucho te la traen bajo pedido con comisiones altas. Eso también significa que te interesa ir apurando el dinero efectivo para no llevarte de vuelta a casa kyats porque no te los cambiarán o lo harán a precio ridículo.
Algunas cosas las pagamos anticipadamente desde España o con tarjeta (visado, vuelos, hoteles y buses). Lo demás (comida, entradas, compras…) fue todo en efectivo, y para ello cambiamos bastante moneda en el aeropuerto de Yangon nada más llegar y luego sólo tuvimos que cambiar otro poco en un centro comercial de Mandalay para los 2-3 días que nos quedaban.
Cuándo viajar a Myanmar
Myanmar tienen clima tropical, eso se traduce en que medio año es caluroso y seco (de noviembre a abril) y el otro medio llueve casi sin parar teniendo a veces monzones.
Ya sabes, no da mucho gusto tener que visitar cosas mientras llueve. Especialmente hay que tener precaución con las lluvias fuertes que pueden provocar inundaciones y otros desastres que corten las carreteras y te impidan viajar como tenías planeado.
En el otro extremo, ir a finales de la época seca es achicharrante, pues hará meses que no llueve como es debido. Este creo que fue nuestro fallo, ya que fuimos a primeros de abril… Si tuviera que elegir iría entre noviembre y enero.
Preparando el viaje
Requisitos para entrar al país
Para entrar a Myanmar necesitarás un visado que puedes conseguir electronicamente desde aqui: solicitar visado Myanmar. En menos de 24 horas lo recibirás en tu e-mail.
Tiene un coste de 50$ por persona, y con él puedes estar como máximo 28 días dentro del país y caduca a los 90 días una vez expedido. Así que no lo saques con demasiada antelación.
Además, sólo puedes entrar/salir por determinados aeropuertos: Yangon, Mandalay y Nay Pyi Taw.
Vacunas y precauciones
Para ir bien protegidos es importante vacunarse, recuerda coger cita con algo de tiempo en tu centro de vacunación. Ellos te dirán cuáles debes ponerte según a qué zonas vayas a viajar. En nuestro caso, fuimos al de Valencia en la Malvarrosa y nos las pusieron gratis. Fueron en total unas 4, algunas como recordatorio.
Aparte nos recetaron pastillas de Malarone para protegernos contra la Malaria. Se deben empezar a tomar un día antes de entrar en Myanmar y continuar con las tomas durante 1 semana tras volver del viaje. Se han de tomar siempre a la misma hora sin fallar ni un día. De lo contrario el tratamiento pierde su efectividad.
Una cosa indispensable es el spray anti-mosquitos especial para climas tropicales. Nosotros utilizamos el Goibi y nos fue bastante bien.
Ropa y equipo fotográfico
Soy muy práctico en el tema ropa, y cuando viajo (especialmente a este tipo de destinos) no me verás con grandes galas. Para este viaje opté por ropa de senderismo transpirable y de secado rápido. Las camisetas de manga corta, y los pantalones largos con camales desmontables. Las botas también de trekking para poder movernos por todo tipo de terrenos.
La ventaja de ir a un país caluroso es que no necesitas ropa de abrigo que ocupa mucho espacio. Sin embargo, siempre hay que llevar algo por precaución, sobre todo si vamos a visitar localizaciones de montaña. Una camiseta térmica o una chaqueta fina nunca vienen mal. Nosotros lo utilizamos para los traslados en bus (ponen el aire acondicionado a tope) y para noches frías como la del Monte Popa (a 1500 metros de altura).
El viaje iba a ser pesado en cuanto a traslados. No íbamos a andar con todo a cuestas, pero tampoco es un destino urbanita al que ir con maleta de ruedas. Por ello optamos por ir en plan mochilero. Una mochila grande para prácticamente todo, y una más pequeña para el día a día y para el equipo fotográfico. Para que nuestro valioso equipo fuese más protegido dentro de la mochila usé bolsas individuales.


La cámara que tenía entonces era una Nikon D750. La acompañé del gran angular Tamron 15-30mm f/2.8 VC para cuando hiciera falta, el zoom estándar Tamron 24-70mm f/2.8 VC para casi todo y el objetivo fijo Nikkor 50mm AF-S f/1.8 para algunos paseos y retratos. Por supuesto, no podía faltar el trípode de viaje, filtros ND de 6 y 10 pasos y el polarizador. También llevé una Sony RX100 IV, una compacta con un 24-70mm equivalente que me serviría como cámara bolsillera para llevar a todas horas.
Traslados
Cuidado cuando calcules el tiempo que vas a tardar en llegar del punto A al B, porque aunque parezcan cercanos las carreteras son bastante malas. Por ejemplo, de Yangon al Lago Inle hay 600km y se tarda algo más de 10 horas en llegar…
Básicamente tenemos 4 formas de ir de una ciudad a otra:
- Avión: es lo más rápido (y caro) aunque tampoco hay aeropuertos como para llegar a todos los sitios.
- Bus: es sin duda la mejor opción tiempo/precio. Si no tienes problema en dormirte sentado, lo mejor es que cojas un bus nocturno y te pases el viaje durmiendo. Al principio éramos un poco reacios, pero resultó ser todo un acierto. Haciéndolo así te ahorras una noche de hotel y ganas horas para visitar cosas. Los asientos son cómodos y más espaciosos que los de los buses que tenemos en España. En las rutas largas suele hacerse una parada y te dan un pequeño pack de comida. Cuidado con el aire acondicionado porque lo ponen a tope. Puedes sacar los billetes online, hay varias compañías que ofrecen distintas rutas y horarios, entre ellas una de las más grandes es GI Group.
- Taxi privado: una opción cómoda en cuanto a que es exclusivamente para tí y va un poco más rápido que el bus, pero también es más caro. Nosotros lo usamos cuando no había horarios de bus que nos cuadrasen o cuando no habían combinaciones disponibles. Así pudimos encadenar una serie de visitas que de otra forma no hubieran sido posibles.
- Tren: la única ventaja del tren es que te puedes sentir como un lugareño, entablar conversaciones y estirar las piernas. Al contrario de lo que sucede en España, viajar en tren es más lento que ir por carretera. Imagínate cómo estarán las vías…
Para moverte dentro de una misma ciudad hay mucha variedad, desde taxis pasando por tuk tuks, carros tirados por burros, alquiler de motos eléctricas o bicis… En cada sitio es más recomendable una cosa distinta, así que lo iré comentando según hablemos de localizaciones.
Nuestra ruta de 2 semanas
Como te contaba al principio, este viaje fue un poco accidentado. Uno de los días tuvimos que rehacer los planes porque nos atizó una tormenta bestial que cortó las carreteras de acceso a la estación de buses. Por lo demás pudimos cumplir con el planning que llevábamos. Esta era la idea inicial:
- Vuelo Bangkok – Yangon. Bus nocturno hasta Hpa-An. Llegada de madrugada al Hpa-An River View motel (3 noches).
- Bus diurno a Yangon. Alojamiento en el Sky Hotel 88 St. (2 noches).
- Bus nocturno al Lago Inle (Nyaungshwe). Alojamiento en el hotel The Emperor Inle (1 noche).
- Bus nocturno a Bagan. Alojamiento en el Royal Bagan Hotel (2 noches).
- Taxi privado a Mt. Popa. Alojamiento en el Popa Mountain Resort (1 noche).
- Taxi privado a Mandalay. Alojamiento en el hotel Thiri Thitsar (2 noches).
- Vuelo Mandalay – Bangkok.
Ya has visto la forma alargada que tiene el país. Eso hace que sea ideal recorrerlo en orden para no perder más tiempo del que toca. Nosotros optamos por ir desde el sur hacia el norte.
¿Cambiaría algo de todo esto? Pues sí.
En Yangon estaría lo justo, no nos gustó nada como ciudad. Nos conformaríamos sólo con ver la espectacular pagoda Shwedagon y otra más pequeñita que tenía mucho encanto. Además cambiaría el hotel, no porque estuviese mal (además nos atendieron muy bien), sino porque estaba en plena zona musulmana y de madrugada hacían rezos con altavoz…
Lo que le quitase a Yangon se lo añadiría al Lago Inle. La zona es más tranquila y se pueden hacer varias cosas por allí aparte de la típica excursión por el lago. Otra opción sería alargar la estancia en Hpa-An para repetir localizaciones fotográficas en las que no tuve suerte, o dedicarlo a visitar la Golden Rock (que descartamos por falta de tiempo).
También se nos quedó pendiente el pueblo de Loikaw, uno de los pocos donde todavía se pueden encontrar mujeres girafa auténticas. Implicaba desviarse mucho de la ruta, con la consecuente pérdida de tiempo. En otros sitios (como el lago Inle) las que ves son mujeres que están allí a la fuerza como si fuera un circo para turistas, y no quisimos contribuir a ello.
En Bagan intentaría buscar un alojamiento más cercano a los templos principales. Para ir en moto eléctrica no estábamos lejos, pero para ir en bici con el calor que hacía…
En cambio, el capricho de pagar el resort del Mt. Popa (costaba como 2 o 3 veces más que un hotel normal) es algo que volvería a hacer. Vistas directas a la pagoda desde el balcón de la habitación y una tranquilidad de la leche. Creo que fue lo mejor del viaje.
Myanmar, ¿un desacierto?
Ya sabes que este no es un blog en el que todo es de color de rosa en plan viajar mola mogollón, todo es perfecto y mi vida es súper happy. Ni soy influencer ni me pagan por vender un destino. Así que sinceramente te diré que ha sido el viaje que menos nos ha gustado de todos los que hemos hecho hasta la fecha. Vamos, que no repetiríamos.
Es cierto que empezamos con mal pie y eso enturbió nuestra experiencia de viaje, y que a medida que avanzábamos hacia el norte del país nos iba gustando un poco más. Pero… ¿no te pasa que al tiempo de volver de un viaje recuerdas con cariño hasta lo que no te gustaba y estás deseando volver? Pues con Myanmar no nos ha pasado, y del viaje hace ya año y medio. Creo que eso es mala señal…
Lo de que la gente es muy amable, es cierto a medias. Nos hemos encontrado de todo. En la zona sur nos miraban bastante mal al pasear por la calle (en los comercios/hoteles súper bien en todo momento), pero fue salir de Yangon hacia el norte y eso cambió bastante. Muchos se acercan porque quieren venderte algo. Como en cualquier otro país asiático, te acosan constantemente para que compres o utilices el servicio que venden. No te ha soltado uno y ya está viniendo otro. Eso nos cansa mucho y no nos deja disfrutar del todo el viaje, tal y como te comentaba en el artículo de Bangkok. A pesar de ello pones buena cara y les dices amablemente que no. Pero a diferencia de otros países, aquí a muchos les sentaba mal el rechazo y se marchaban refunfuñando.
La impresión que me dió todo esto es que han visto el chollito del turismo y están ciegos por conseguir pasta. Entiendo que la necesidad les aprieta, pero has de cuidar al turista y no verlo como un monedero con patas… Bajo mi punto de vista, este país lleva un crecimiento desmedido sin estar preparados para ello. Es como el que de repente se hace famoso y se le sube a la cabeza. Una prueba de ello es que el precio de algunas entradas casi se habían duplicado en cuestión de 1 o 2 años con respecto a lo que habíamos leído en otros blogs. Y hablo de precios en moneda local, no a subidas que tengan que ver con el tipo de cambio.
Más allá de los contratiempos que sufrimos, hubo otras cosas que tampoco nos gustaron y que te iré contando en el resto de artículos. No fue todo malo, también tuvimos nuestros buenos momentos, recuerdos inolvidables y visitas chulas. Nos sirvió, eso sí, para descartar seguir jugando a los exploradores. Para un viaje largo que hacemos al año preferimos ir sobre seguro aunque sean sitios más vistos.
En cuanto a las fotos, sí que hay lugares a los que se les puede sacar partido y me traje unas cuantas fotos con las que estoy satisfecho. Pero no es nada fácil, también hay que decirlo. Quizás por la época en la que fuimos, el cielo era casi siempre gris plomizo. No porque estuviese nublado, sino era más bien como calima, excesiva humedad o algo así. Feo de cojones (perdón por la expresión). Algún atardecer que pensabas que se iba a quedar bien aparecía de repente un manto en el horizonte que engullía al sol y se iba yendo la luz sin pena ni gloria… Eso sí, durante unos minutos veías bajar una esfera naranja perfecta como en la portada del Rey León.
En fin, tú mismo podrás juzgar cuando estén publicados todos los artículos. En este primero te explico todo lo relacionado con la preparación, y ya en el siguiente te contaré nuestros días en Hpa-An y qué se puede ver por allí.
6 Comments
Jorge
Creo que algún precio tienes que pagar por elegir lugares poco conocidos, fotos de la torre eifel tiene todo el mundo, pienso que es mejor arriesgarse a ir a estos lugares poco conocidos turisticamente, habrá mejores, habrá peores, pero siempre tendrás algunas buenas fotos.
saludos y gracias por compartir la experiencia.
Gracias a ti por leerla!
Totalmente de acuerdo Gustavo, como dicen los ingleses “no pain, no gain”. La reflexión que me hago (y eso es totalmente a título personal y hablando de mi situación concreta) es si merece la pena gastar mis días de vacaciones (y los de mi mujer) visitando sitios que no nos terminan de convencer, porque voy a hacer fotos pero también a disfrutar de una experiencia. Si viviese de esto otro gallo cantaría. Ahí hablaríamos de trabajo remunerado y no me importaría hacer de explorador porque sería eso, trabajo. Pero no disfrutar de las vacaciones es otra cosa…
Un abrazo
nreo que son bastante acertados tus comentarios. Es un destibo que deja un regusto extraño.
Gracias Juanra por comentar. Ya veo que no soy el único… Un abrazo
Perdona Jorge por los errores del post anterior, cerré deprisa y sin repasar. Creo y destino. En esta segunda ocasión te diré y al resto que esto lea, que son muy muy “marranos”, no estamos realmente preparados para andar descalzos por sus templos, llenos de escrementos de paloma, escupitajos rojos, y basura variada. Un tanto caóticos y poco serios en su funcionamiento, Rangun/Yangón tan caótica como sucia, con unas aceras impracticables. Los guias reguleros, las aguas/comidas en Inle malas al punto de tener que tirar de antidiárreicos a tope….y mas cosas. Creo que hay mejores destinos en el mundo antes que este, y con mayor chicha fotográfica tambien, y tu ya conoces como Japón, Indonesia y otros.
Saludos cordiales Jorge
Opino lo mismo JuanRa, ya no me acordaba del famoso betel que mascan a todas horas dejándoles la boca roja y causándoles muchas enfermedades (entre ellas cancer de garganta)…
Abrazos!