Cuando viajamos a países lejanos muchas veces no tenemos vuelos directos y nos vemos forzados a hacer escalas. Lo que a priori puede ser tedioso podemos aprovecharlo para visitar grandes ciudades del mundo. ¡Haremos 2 viajes en 1!
Ya hicimos esta jugada cuando fuimos a Indonesia en 2016, visitando Dubai y Abu Dhabi por el camino. En 2018, repetimos estrategia en el viaje a Myanmar, pasando unos días en la capital tailandesa: Bangkok.
Obviamente, este tipo de visitas sólo te permiten ver los sitios más representativos y hacerte una ligerísima idea de cómo es el país. Así que en el artículo de hoy te contaré qué es lo que vimos en esta breve estancia.
Empezamos bien en Bangkok…
Nuestro avión salió desde Madrid Barajas a las 22h y llegamos a las 18:15h (hora local) al Don Mueang de Bangkok, habiendo hecho una escala intermedia en Dubai.

Esta vez volamos con Emirates, y he de decir. que los aviones van muy bien equipados (¡las pantallas son enormes!) y son bastante cómodos (dentro de las posibilidades). Pero nuestro viaje empezó con mala pata: durante el vuelo nos dijeron que una de nuestras maletas facturadas se había quedado en tierra y la habían recolocado en un vuelo posterior… No fue culpa de Emirates sino del vuelo Valencia – Madrid que hicimos con Iberia. Salió con 15 minutos de retraso y eso lo trastocó todo. En Emirates nos dijeron que esperásemos más o menos una hora hasta que llegase el siguiente avión. Total, mientras cruzábamos la aduana y cambiábamos moneda haríamos tiempo.
Y el avión llegó, pero sin nuestra maleta. Allí estábamos 5 o 6 personas apiñadas en el mostrador de Emirates esperando una solución. Nos aseguraron que la maleta venía en el siguiente vuelo, y para que no tuviésemos que esperar más nos ofrecieron enviárnosla gratis al hotel. Nuestro problema era que al día siguiente volábamos de nuevo, y arriesgarse a quedarse sin maleta… Pero al final lo hicimos así (se nota que no era mi maleta con el trípode, jejeje) y salió bien.
Después de hora y media perdida fuimos en busca de taxi. Había que ir a la planta baja y dirigirse a una cola única para sacar un billete en unas maquinitas que te dicen dónde está estacionado tu taxista. Luego te diriges hacia allí y ya le indicas dónde quieres ir. Un sistema curioso pero práctico.
Fuimos directos al hotel para hacer el check-in, avisarles de que tenían que recibir nuestra maleta y ducharnos. El alojamiento para esa noche fue el Sourire Rattanakosin Island, un hotelito de lo más normal pero bastante bien ubicado. Se encuentra junto a la avenida principal que conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad.
El breve paseo que dimos para cenar e inspeccionar la zona nos hizo reencontrarnos con viejos conocidos: caos de tráfico y gente cual ciudad sin ley, aderezado con un calor húmedo que te hace sudar al mínimo movimiento. Vamos, lo típico en estas regiones del planeta.
Después de esa primera inmersión nos fuimos a dormir para coger fuerzas y aprovechar a tope la mañana siguiente.
Tour en tuk tuk
Tras desayunar en el hotel salimos dispuestos a patear. En cuanto pusimos un pie en la avenida principal nos acecharon los tuk tuk. Para el que no lo sepa, son una especie de motocarros que sirven de alternativa económoca frente a los taxis, y cuya seguridad es cuestionable (ni conocen los cinturones de seguridad). Además los conducen como locos por toda la ciudad.

EXIF: 24mm | F/4 | 1/25″ | ISO 100
No sé si verdad o mentira, pero nos contaron que justo era el día del turista y que los viajes en tuk tuk costaban sólo 20 bahts (unos 0,60€). No me cuadraba, así que les pregunté qué ganaban con ello. Aparte de llevarnos a ver los templos y monumentos, tendríamos que hacer paradas en algunos comercios locales. No estábamos obligados a comprar pero debíamos pasar un ratito (que no fuese entrar y salir) para que a ellos les sellasen unos boletos que luego el estado les canjearía por dinero. Decidimos entrar en el juego, a sabiendas de que en el sudeste asiático son como moscas cuando se trata de vender…
En cualquier caso, saltémonos la parte aburrida y vayamos a las visitas interesantes.
Templo Devarajkunchorn
La primera parada que hicimos fue en el templo budista Devarajkunchorn (GPS 13,45.0954N, 100,29.559E).

EXIF: 24mm | F/8 | 1/160″ | ISO 200 (con polarizador, panorámica de 2 tomas horizontales)
Este templo de nombre impronunciable (como casi todos) resultó ser una visita muy agradable porque teníamos todo el recinto para nosotros, no sé si porque era pronto o porque es menos turístico que otros.

EXIF: 15mm | F/8 | 1/1000″ | ISO 100
Se construyó en el s. XVII y es un templo real de tercera clase. En su interior hay un Buda de 3,35m de alto por 2,75m de ancho, hecho de bronce y recubierto de oro. La sala en la que está da mucho a la hora de fotografiarlo porque tiene muy buenas simetrías.

EXIF: 15mm | F/8 | 1/50″ | ISO 400 (bracketing 2 tomas)
Templo Benchamabophit
A esta localización (GPS 13,45.9918N, 100,30.8478E) le tenía muchas ganas, a pesar de que no iba a poder fotografiarla en las mejores horas de luz… Y en esta ocasión sí, las hordas de turistas hicieron acto de presencia.

EXIF: 15mm | F/11 | 1/500″ | ISO 100
También se le conoce como el “templo de mármol“, y está considerado como uno de los más bellos de Bangkok. Es bastante nuevo, pues terminó de construirse en 1912.
Una vez atravesamos la entrada principal encontramos la sala de rezo a mano derecha, y de frente vemos el patio interior. Allí es tradición recorrer el recinto por el perímetro, tocando con las manos las campanas que hay colgando del techo.

EXIF: 30mm | F/2.8 | 1/320″ | ISO 100
Los rebordes de los arcos tienen una cantidad de detalles coloridos que llaman mucho la atención. Quise usarlos compositivamente de forma que enmarcasen el templo, pero fue una tarea bastante difícil. En prime lugar porque había tanta gente por medio y esperando a hacer la foto que era imposible plantar el trípode y hacer la foto con calma. Tuve que ponerme en posturas un tanto raras para conseguir la mayor simetría posible.

EXIF: 15mm | F/11 | 1/250″ | ISO 100
El gran angular no fue suficiente para captar todo lo que quería metido en ese pequeño espacio. Debería haber hecho una panorámica vertical para cuidar distorsiones y haber ganado algo más de encuadre. Pero bueno, a veces no se puede y en cierto modo me daba igual porque no iba a ser el fotón del siglo: estaba lleno de turistas y la luz era muy dura.
Después de esta visita nos fuimos a comer y a preparar las maletas, porque a las 18h salía nuestro avión en dirección a Yangon (Rangún), nuestra entrada a Myanmar.
Segundo asalto a Bangkok
La segunda estancia fue distinta. Después de haber pasado dos semanas en Myanmar veíamos Bangkok con otros ojos. Ya no percibíamos tanto caos, casi nos parecía una cosmopolita ciudad europea. Y es que el país vecino nos dejó un sabor agridulce. Pero esa es otra historia que contaré más adelante. Ahora volvamos a Tailandia.
Teníamos día y medio por delante para seguir explorando la ciudad, y para sacar el máximo provecho decidimos alojarnos cerca de los sitios que teníamos que visitar y fotografiar.
La primera noche nos dimos al gasto y reservamos en Arun Residence (GPS 13,44.6832N, 100,29.481E), un hotel que está al lado del río Chao, justo enfrente del templo Arun. Desde la propia habitación teníamos vistas al monumento, aunque para nada eran las mejores.

EXIF: 48mm | F/16 | 10″ | ISO 100 (focus stacking 2 tomas)
No es necesario dormir en el hotel para hacer la foto, basta con que te tomes una cerveza en el bar que hay en la azotea o en cualquier otro bar/restaurante de los que hay bordeando el río. Sin embargo, quería estar cerca para pillar tanto el atardecer como el amanecer sin tener que desplazarme mucho.
Atardecer con vistas a Wat Arun
Tras llegar al hotel a eso de las 17h, ducha rápida y directos a la terraza a coger sitio y disfrutar del atardecer. Lo que no contábamos era con que siendo relativamente pronto ya estuviese a tope…

EXIF: 24mm | F/5.6 | 1/20″ | ISO 400
Así que nada, a dejar caer el sol en segunda fila al acecho de que alguien en primera fila abandonase su posición. Como es lógico, estás obligado a consumir, así que cervecita fresquita para el calor (280 bahts la pinta, unos 8,50€).

EXIF: 68mm | F/8 | 1/400″ | ISO 200
A mano alzada y subiendo ISO todavía pude hacer alguna foto antes de que pasase la hora dorada.

EXIF: 52mm | F/8 | 1/40″ | ISO 800
El cielo se estaba quedando oscuro y yo había perdido toda esperanza cuando la pareja de enfrente nuestra se levantó de la mesa. Allí que me fui sin dudarlo, apoyé la cámara en la repisa y me puse a hacer fotos a distintas velocidades para capturar las estelas de las luces de los barcos que pasaban por el río. ¡Justo a tiempo! Combiné 3 fotos para llegar a este resultado:

EXIF: 44mm | F/8 | 90″ | ISO 100 (blending 3 tomas a distintas velocidades)
Nunca sé qué elegir. En ciudades siempre me tira más la hora azul, pero en este caso se quedó un cielo muy chulo cuando todavía había sol… Lástima que no pudiese montar trípode para haber alargado la exposición en la de hora dorada. ¿Tú qué opinas?
Con la misión cumplida bajamos a cenar en el restaurante del hotel (The Deck), que también tiene vistas al templo. Como sólo queríamos picar un poco porque no teníamos mucha hambre, y nos hacían un 10% de descuento por ser huéspedes, nos permitimos el lujo…
Al día siguiente madrugué para hacer el amanecer, pero las escaleras que iban a la azotea estaban cerradas… Al final me quedé en la terraza del restaurante, donde pude montar el trípode. La pena es que fue un amanecer muy soso, con un cielo totalmente plano y sin tanto colorido como el día anterior. Así que nada, a desayunar y a ponernos en marcha.
Visitando el templo Arun
Para ir hasta el templo (GPS 13,44.6184N, 100,29.3358E) que estuvimos viendo desde la distancia tuvimos que coger un barco en un muelle cercano al hotel. El coste de ida y vuelta fueron 8 bahts (unos 0,50€) por persona. Luego hay que pagar la entrada al templo, que son 50 bahts/persona (1,50€ aprox.).
Fue construido en 1768, aunque su torre principal fue ampliada en dos ocasiones, la última en 1851. Pese a ser budista, la torre (prang) central simboliza el monte Meru (una montaña de la mitología hinduista).
Visto de cerca es tan bonito como parecía, con infinidad estatuas, adornos y detalles en su decoración.

EXIF: 34MM | F/2.8 | 1/2000″ | ISO 100 (con polarizador)
Sólo se podía subir hasta el primer piso del edificio principal. Luego seguimos investigando los alrededores. Había un cementerio y un pequeño templo budista donde pillamos a los monjes rezando.

EXIF: 44mm | F/2.8 | 1/500″ | ISO 1600
Ese día era el Water Festival, una fiesta muy importante en Asia. Por ello pillamos tanto movimiento en la ciudad, no sólo de turistas sino también de actos y celebraciones.

EXIF: 70mm | F/2.8 | 1/100″ | ISO 100
Nos quedamos un ratito a disfrutar del ambiente y luego cogimos el barco de vuelta para dirigirnos a nuestra siguiente parada: el gran buda reclinado.
Wat Pho, o templo del Gran Buda reclinado
Tras bajar en el muelle íbamos con intención de visitar el Palacio Real, pero cuando nos acercamos a una de las puertas de acceso salió un tipo que decía ser seguridad y nos dijo que hasta las 13h no se podía entrar por los actos de la festividad. Acto seguido nos ofrecía que subiésemos a un tuk tuk para hacer un tour por la ciudad. Gracias a Dios hicimos caso a nuestro instinto y rechazamos la propuesta, que más adelante confirmamos que era una estafa, pues el palacio estaba abierto (y gratis) de 8:30 a 13:30h. Era un “coordinador” de tuk tuks que iba enganchando a turistas.
De verdad, no puedo con estas situaciones. Tener que estar todo el día lidiando con este tipo de gente cansa y enturbia la experiencia de viaje. Que sí, que se ganan la vida sin hacer daño. Pero engañan a los turistas y nos tratan de tontos. Y encima te abasallan cada dos metros. Cuánta gente se habrá tragado lo que les cuentan y ni siquiera se habrán dado cuenta. A veces pienso que es mejor ser ignorante…
En fin, que antes de ir al Palacio Real fuimos a visitar el templo del Gran Buda reclinado (o Wat Pho) (GPS 13º 44.7936N, 100,29.5032E). Fue construido en el siglo XVII, aunque la famosa estatua se añadió unos 200 años más tarde. No es de extrañar que sea famosa porque tiene unas medidas descomunales que todavía se acentúan más al estar embutida en un espacio cerrado. Tiene ni más ni menos que 46 metros de largo por 15 de alto, y está recubierta de pan de oro. Viniendo de Myanmar no dejaba de sorprendernos lo bien cuidados que tienen todos los templos.

EXIF: 15mm | F/6.3 | 1/50″ | ISO 800
La entrada fueron 100 bahts (3€) por persona, y con ella tenías además acceso a un pequeño jardín. Ese día estaba abarrotado por la festividad, y la gente hacía plegarias en un pequeño altar.

EXIF: 32mm | F/4 | 1/80″ | ISO 200
Palacio Real de Bangkok
Al salir de Wat Pho intentamos por segunda vez entrar al Palacio Real (GPS 13,45.0018N, 100,29.4768E). Sorpresa: aquí no estaban permitidos los pantalones cortos. Me tocó ir al hotel a cambiarme…
¡A la tercera va la vencida! Pagamos 500 bahts (15€) cada uno y nos adentramos al palacio. Es mucha pasta comparado con el resto de templos que habíamos visto hasta ahora, y más aún cuando la teníamos que hacer exprés por las horas que eran, pero es una visita obligatoria…
Desde el s. XVIII hasta mediados del s. XX fue la residencia oficial del rey. Actualmente es un complejo enorme de templos, museos y jardines.

EXIF: 24mm | F/8 | 1/200″ | ISO 100 (con polarizador)

EXIF: 24mm | F/8 | 1/100″ | ISO 100 (con polarizador)
La “joya de la corona” del Palacio Real es sin duda el templo del Buda Esmeralda (o Wat Phra Kaew). Es considerado como el más importante de Tailandia. Se construyó en 1785 coincidiendo con el nombramiento de Bangkok como capital del país.

EXIF: 24mm | F/8 | 1/125″ | ISO 100
La estatua es muy pequeña y además tuvimos que verla a una gran distancia por la cantidad de gente que había. No dejan fotografiarla, y para colmo debes descalzarte y hacer cola en el exterior, pisando el suelo que ardía como si fuera una plancha de asar carne. Vamos, un suplicio.
Chinatown, nuestra última parada
Dejé para el final una de las fotos que quería hacer en la hora azul: la puerta (o torii) de entrada al barrio de Chinatown (GPS 13,44.2311N, 100,30.7813E). Con esa intención, y dado que al día siguiente debíamos coger el taxi a las 5:30h para ir al aeropuerto, reservamos alojamiento por la zona.
El hotel que cogimos fue el Check Inn Chinatown Hotel. Sinceramente, no te lo recomiendo, y ni siquiera aparece ya en Booking así que imagínate. El trato fue bueno pero el hotelito era cutre, las habitaciones no tenían ventanas y cuando fuimos a ducharnos no salía agua. Lo arreglaron en un rato, pero vamos, que seguro que hay mil opciones mejores.
Cuando se acercó la hora fuimos hacia la famosa rotonda. Estudiando desde casa cómo hacer la foto me puse en contacto con Antonio Prado, que fue al que se la vi. Me comentó que se hacía desde un parking de pago, y que con suerte podríamos entrar, pero que podía haber vigilantes y dependías de cómo tuviesen el día.
Y cómo no, la suerte no nos acompañó. Vigilante en la puerta que nos pidió ni más ni menos que 100 bahts (3€) por subir media horita a hacer la foto. Para nosotros no es mucho dinero pero para ellos sí, y aquí ya dije BASTA. Lo sé, estoy pidiendo acceso a un sitio al que no debería entrar salvo que entre con un coche y aparque. ¡Pero es que casi era más barato entrar al parking con coche que lo que me pedía el tipo! Además, después de casi 20 días con gente intentando sacarte pasta a toooodas horas sin parar, estaba realmente cansado. Y por último, había ido agotando el dinero en efectivo guardándome lo justo para el taxi del día siguiente y no quería arriesgarme a hacer corto.
Así que nada, decidí quedarme sin esa foto y me puse a buscar otras opciones. Al final me quedé a pie de calle frente a la rotonda, poniendo en la esquina derecha la entrada de la carretera para que los coches que entraban dejasen las estelas en dirección a la puerta y al templo del Buda de Oro.

EXIF: 18mm | F/11 | 1,3″ | ISO 100 (con trípode) (blending de 18 fotos a distintas velocidades para añadir estelas)
Valoración final del viaje
Y hasta aquí nuestra aventura por Bangkok. El sudeste asiático tiene auténticas maravillas que ofrecernos, y el choque cultural hace que te sientas atraído por su exotismo. Pero sabes que no soy de contar sólo lo bueno.
No quiero parecer refunfuñón pero me parece una lástima que cada vez que vas acabes harto del acoso constante (llamémoslo “marketing agresivo”), de tener que decir “no” cada 5 segundos, de tener que estar en alerta contínua para que no te la cuelen. Al menos eso me pasa a mí. De verdad, disfrutaría mil veces más del viaje si me dejasen hacer turismo tranquilo. Pero supongo que va en la cultura y es algo que difícilmente va a cambiar.
También te digo que si ahora mismo me propones volver iría con los ojos cerrados. No podemos evitarlo, nos encanta viajar. Será que con el tiempo sólo te quedas con lo bueno 🙂
6 Comments
Un viaje alucinante, con muchas posibilidades fotográfica. Un sueño poder realizar este viaje!! Esperaremos jeje.
Desde luego que sí Antonio! Ya te estoy viendo por allí trípode en mano. Un abrazo amigo!
Buen reportaje y mejores fotos. Da gusto leer estas crónicas. Muchas gracias.
Muchas gracias a ti Xuáncor! Me alegra que te hayan gustado. Abrazos!
Creo que el viaje, deja unas cuantas experiencias para no volver a caer en alguno de los problemas. Es cierto que volar hacia esa parte de Asia requiere de tiempo y escalas…pero entiendo que no se pueden hacer segun que cosas con escalas tan cortas. Las fotos del What Arun estupendas…
JuanRa
Gracias JuanRa! Como bien dices, en cada viaje siempre se aprende algo. Una lástima que tengamos el tiempo limitado para viajar, si no siempre puedes coger un vuelo unos días más tarde y alargar la estancia donde hagas escala. Un abrazote