El paso de distintas civilizaciones por España a lo largo de la historia ha dejado un patrimonio cultural muy rico en nuestro país. Entre otras muchas edificaciones, todos conocemos la Alhambra de Granada, el acueducto de Segovia o la muralla de Ávila. Y de esta última es de la que te voy a hablar hoy.
En nuestro recorrido por el norte de España, tras visitar Cantabria, Asturias y Galicia, fuimos deshaciendo el camino de vuelta a Valencia pero por otra ruta. Así es como aprovechamos para ver (muy brevemente) las ciudades de Salamanca y Ávila.
Nuestra estancia no dio para mucho, llegamos a la hora de comer y nos fuimos al día siguiente por la mañana. Es por eso que tampoco te puedo hablar extensamente sobre la ciudad, pero sí me gustaría que conocieras un par de cosas por si piensas ir.
Sobre Ávila y su muralla
Ávila es una ciudad y provincia española perteneciente a la comunidad de Castilla y León. Que sea una de las provincias menos habitadas del país (menos de 159.000 habitantes) no hace de ella un sitio poco atractivo, sino más bien todo lo contrario. Su cercanía a Madrid y a otras provincias interesantes como Toledo, Cáceres, Segovia o Salamanca, la convierten en visita obligatoria cuando se esté por la zona.
No todos los números son bajos: con 1131 m sobre el nivel del mar, Ávila es la capital de provincia más alta de toda España.
Como decíamos al principio, varias civilizaciones pasaron por allí, comenzando por los romanos, pasando por visigodos, musulmanes y finalmente reconquistada por los cristianos. La obra que más trascendencia tuvo fue la construcción en época romana de su muralla, que encierra completamente el casco antiguo de la ciudad. Ser el recinto medieval mejor conservado de España (y probablemente de Europa) le ha servido para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Como datos interesantes, la muralla tiene un perímetro de unos 2,5 km y 9 puertas de acceso a la ciudad, y sus muros tienen un grosor de 3 metros y 12 de altura.
Qué hacer en Ávila
Lo primero será aparcar. Si hemos llegado hasta Ávila seguramente habrá sido en coche, y lo más aconsejable es dejarlo fuera del centro histórico. Nosotros encontramos sitio por la zona de la iglesia de San Martín (GPS 40,39.5785N, 4,42.0277W), cruzando a pie la muralla por la Puerta del Carmen.
El alojamiento que escogimos fue el Hostal Le Vintage (GPS 40,39.3804N, 4,41.9792W), un hostalito muy cuqui, aseado y bien ubicado. Además cuentan con un restaurante propio (aunque no está en el mismo edificio) en el que ofrecen menú a buen precio donde podrás probar el famoso chuletón.
Dado su reducido tamaño, Ávila se presta a recorrerla andando. En un pequeño paseo tienes la catedral y la Puerta del Alcázar. Justo allí podemos ver la plaza de Adolfo Suárez y la Torre del Homenaje. Si atravesamos la muralla llegaremos a la plaza de Santa Teresa de Jesús, donde encontraremos buena variedad de restaurantes donde pegar un bocado. Allí nos sentamos de noche a picotear algo.
Por supuesto, hay otras cosas que visitar en los alrededores, pero yo te hablo de lo poco que pude ver en mi viaje. Me dejo para el final el punto estrella a nivel fotográfico: el mirador de los Cuatro Postes.
Desde dónde fotografiar la muralla de Ávila
Ya sabes que en viajes podemos hacer cualquier tipo de fotografía que queramos: paisajes, comida, calle, retratos… de todo. Pero si eres de los míos querrás sacar una buena toma de lo más característico y relevante de la ciudad. En el caso de Ávila esto sería su muralla.
Lo más fácil es fotografiarla cuando las cruzas desde una de sus puertas de acceso (GPS 40,39.5199N, 4,42.1876W). A falta de un bonito cielo, siempre es un buen recurso en ciudades aprovechar la hora azul:

Estando tan cerca se consigue transmitir su imponente construcción. Sin embargo, no podemos apreciarla en su conjunto. Para ello hemos de tomar distancia, y sin duda el mejor punto para coger una panorámica es el mirador de los Cuatro Postes (GPS 40,39.5999N, 4,42.669W).

Depende de la época del año en la que vayamos, el sol saldrá justo enfrente nuestra (en diciembre) o a nuestra izquierda (en junio). Ir al amanecer tiene una grandísima ventaja: estaremos solos.

Para el atardecer tendremos el sol a nuestra espalda. Además encontraremos el problema habitual: llegan buses de turistas, la zona de la cruz y alrededores se masifica y como es normal todos queremos hacer nuestra foto. Tener un buen resultado será difícil si no vamos con tiempo y cogemos un sitio donde si se ponen delante nuestra no vayan a taparnos. Un buen sitio es desde uno de las columnas de la cruz, puesto que queda en alto.
Ávila no nos brindó cielos espectaculares (el verano es lo que tiene). Sólo me quedaba hacer panorámicas al atardecer, esperando a los socorridos colores que nos ofrece la hora azul en ciudades.

Pero luego, una vez en casa y comprobando las fotos que había hecho se me ocurrió una cosa. ¿Y si juego con todas esas panos tratando de que mostrasen el paso del tiempo? Una especie de timelapse plasmado en una única foto, parecido a un time blending. El objetivo era salirme de lo convencional. Aquí el resultado:

Quedó cuanto menos original, aunque para tener una transición más suave hubiese hecho falta una pano más entre la nº 2 y la 3. Ahí el oscurecimiento del cielo es muy evidente.
Si la idea hubiese sido concebida sobre el terreno el resultado habría sido mucho mejor. Primero por lo que comentábamos en el párrafo anterior, y segundo porque durante todo ese tiempo cambié un par de veces de posición. El cambio de focal y de ubicación (por poco que fuese con respecto a algo tan lejano) complicó la unión de las 4 panorámicas. Aun así, con paciencia pude hacerlo satisfactoriamente.
Por último, decir que también es posible sacar una foto interesante subiendo una pequeña montaña que queda justo detrás (GPS 40,39.6285N, 4,42.7392W). Desde allí se coge tanto la muralla como los Cuatro Postes, pudiendo tener una visión más angular. Yo no subí porque no quise abusar más de la paciencia de mis chicas, pero aquí puedes ver una foto que hizo mi amigo Jesús.
Esto es todo lo que pudimos hacer en Ávila con el poco tiempo que tuvimos. Espero que te haya gustado y que al menos te sirva para saber desde dónde hacer buenas fotos de su espectacular muralla. Si algún día vuelvo por estas tierras ampliaré el artículo con las nuevas localizaciones que encuentre.
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