Retomamos la serie de artículos en la que recorremos el norte de España en busca de sus maravillas, de los rincones más fotogénicos que podemos encontrar. Ya vimos Cantabria y Asturias, ahora le toca el turno a su vecina: Galicia.
Como siempre digo, es imposible abarcar absolutamente todo lo que hay para ver, más que nada porque son viajes de apenas unos días o como mucho un par de semanas. Eso sí, estos artículos los iré actualizando a medida que vuelva a esas provincias y descubra nuevos sitios.
Acompáñame una vez más en esta ruta de este a oeste por tierras gallegas. Tierra de supersticiones, de brujas y meigas, pero también de marisco, de preciosos paisajes y, por supuesto, de peregrinación.
Playa de las Catedrales
Siguiendo la A-8 (autopista que recorre el norte) nos adentramos en la provincia de Lugo al cruzar la ría de Ribadeo. Esta es la primera población que encontraremos, y allí tenemos nuestra primera parada.
El centro histórico es bonito, sin embargo, lo que nos detiene aquí es la Praia das Catedrais (GPS 43,33.2388N, 7,9.4368W).

Esas son las vistas que se obtienen desde arriba del acantilado, andando apenas unos 100 metros desde el parking. La foto la tomé al amanecer, y como ves el tiempo no me acompañó. La ventaja es que a esas horas éramos 4 locos andando por allí.
Cuando sí has de planificarte bien es si quieres bajar hasta la arena. En primer lugar, porque debes consultar las mareas e ir cuando esté baja. En segundo lugar, porque si vas en verano (entre el 1 de julio y el 30 de septiembre) debes apuntarte en una lista ya que el acceso está restringido debido a la alta afluencia de gente. Aquí puedes hacer tu reserva y encontrar más información: reserva la visita a la playa de las Catedrales.

Lo mejor es, obviamente, planificar el viaje para que la marea baja coincida con el amanecer/atardecer, y que quede fuera del horario o las fechas restringidas. Ahí será cuando tendremos la mejor luz con el menor número de personas paseándose…
La illa del Xangal es el pedrusco más grande y reconocible de la playa, el cual te he mostrado en las dos fotos anteriores. Por la orientación que tiene, es más recomendable fotografiarlo al atardecer, pues el sol se esconde por esa zona. Depende de en qué época vayas, incluso puedes ver el sol escondiéndose por su arco natural.
Pero las Catedrales es algo más. Pasear por las paredes de los acantilados es poco más que impresionante. Si te fijas en el desgaste de las rocas adivinarás hasta dónde llega a cubrir el agua. Entonces serás consciente de dónde estás pisando, y de que en pocas horas todo aquello estará inundado por el mar bravío. Acojonante y a la vez emocionante. No puedes evitar esas cosquillas en el estómago que te invitan a descubrir los recovecos, cuevas y arcos naturales que puedes encontrar.


Esta última foto sí que está mejor posicionada para hacer la foto al amanecer (si tienes suerte y asoma el sol, claro).
En nuestro viaje hicimos noche en el Hotel Casa Amadora, que se encuentra muy cerca de las Catedrales (4 min. en coche o media hora andando).
Peña Furada
Ya en la provincia de A Coruña seguimos recorriendo la costa y llegamos a una población llamada Loiba para asomarnos a sus acantilados (GPS 43,44.1911N, 7,46.1399W).

La idea era bajar hasta la playa Peña Furada y ver desde abajo las rocas de formas tan curiosas que hay pero la lluvia nos quitó la idea… ¿Ves la furgoneta blanca en la carretera de tierra? Pues ahí estaban intentando sacarla de una zona enfangada… Decidimos no fastidiarnos el viaje, y más que todavía nos quedaba camino por delante.
Muy cerca de aquí tienes el llamado “banco más bonito” (GPS 43 44.6574N, 7.75248W), un banco solitario con vistas a los acantilados y buena posición para fotografiar al atardecer o incluso de noche. También desde allí puedes ver nuestra siguiente parada justo al otro lado de la ría de Ortigueira.
Cabo Ortegal
Nuestra siguiente parada es el Cabo Ortegal (GPS 43,46.2630N, 7,52.1917W) perteneciente a la población de Cariño. Allí visitamos su faro y disfrutamos de nuevo de unas buenas vistas a los acantilados gallegos.

San Andrés de Teixido
Esta pequeña aldea gallega (apenas cuenta con 50 habitantes) es conocida por ser un lugar de peregrinación gracias a su santuario (GPS 43,42.5379N, 7,59.0447W).

Como es lógico, la mayoría subsisten del turismo. Así pués, casi todas las casas que veremos son tiendas de souvenirs y productos tradicionales o restaurantes.
El interior del santuario es muy austero, con un pequeño altar, unas cuantas figuras y bancos.

Todavía más sencilla es una pequeña capilla que hay en un “edificio” aparte. Allí los peregrinos dejan una foto y encienden velas para rezar por alguien, normalmente un familiar enfermo.

Playa de Lumebó
Después de esa dura mañana de viaje era hora de llegar al alojamiento, Casa Juanito en Narón. Déjame decirte que, bajo ese nombre poco glamouroso, se esconde el mejor café que he probado en mi vida. Sí, café. Lo hacen ellos mismos y está de vicio…
Repusimos fuerzas con una buena comida y una siesta, y nos fuimos a uno de los sitios que más ganas tenía de fotografíar: la playa de Lumebó (o Lume Boo) (GPS 43º 29.0246N, 8,19.4866W).
Llegar hasta ella es algo complicado, por eso suele ser frecuentada por nudistas. Nosotros dejamos el coche junto al bar de playa Penencia y desde allí subimos hasta Punta Penencia. A partir de ahí el caminito pasó a ser muy estrecho y con una buena caída en caso de resbalón. Cuando ya empezamos a ver la playa de Lumebó vino lo más complicado: descender por pedruscos.
Despacito y con buena letra se puede bajar, pero nosotros teníamos dificultades añadidas: mochila con todo el equipo, trípode y demás, y una perrita de 25kg que es muy miedosa. Finalmente ¡lo conseguimos! Teníamos toda la pequeña cala para nosotros, y Campa pudo disfrutar corriendo por todos lados con total libertad. Por cierto, recuerda ir con marea baja.

Así pasamos el rato mientras dejábamos que fuese bajando el sol.

En cuestión de 100 metros de playa tienes varios encuadres interesantes aprovechando las formas de la arena, los pedruscos y hasta piedras más pequeñas cubiertas de musgo.

Me hubiese encantado quedarme allí hasta que el sol se escondiese por completo, pero no nos quitábamos de la cabeza lo complicado que había sido bajar, y no era plan de volver con linternitas. Ese día ya habíamos vivido bastantes aventuras y al día siguiente teníamos que seguir nuestras visitas.
Fragas del Eume
El parque natural Fragas del Eume (GPS 43,25.0569N, 8,4.0807W) es una visita obligatoria para los amantes de la naturaleza. Con sus 9.000 hectáreas de extensión es uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa.
De entre las 8 rutas de senderismo que se pueden hacer, nosotros hicimos la del Camiño dos Encomendeiros, que partía desde la oficina de turismo y llegava al monasterio de Caaveiro. Es una ruta prácticamente lineal que transcurre por un frondoso bosque siempre bordeando el río Eume. Siento no poder mostrarte fotos, pero ese día decidí disfrutar del senderismo y no me llevé trípode ni nada. Tan sólo hice alguna foto al llegar al monasterio.

Los amantes de las bicis deben saber que también se puede hacer el recorrido en mountain bike. Creo recordar que incluso había alquiler de bicis eléctricas.
Playa de Campelo
Para esa tarde tenía reservado otro atardecer playero. En esta ocasión nos dirigimos hasta la población de Valdoviño para llegar a la Playa de Campelo (GPS 43,34.9979N, 8,12.9646W).

No es que sea una playa enorme, pero en comparación con Lumebó puede que tenga el doble de longitud. También es mucho más fácil llegar hasta ella. En cambio, bajo mi punto de vista, no da tanto juego a la hora de fotografiarla.


Antes de terminar el día nos quedaba una última visita muy cerca de aquí, y quería llegar antes de que se fuese el sol por completo.
Ermita Virxe do Porto
A apenas 15 minutos en coche en dirección norte llegamos a la ermita Virxe do Porto (GPS 43,36.7248N, 8,11.5326W). El coche se deja en una especie de descampado cercano a una fábrica, y luego hay que dar apenas unos 50 metros hasta ver aparecer la ermita.
Cuando vi que las nubes se movían rápidas y en dirección hacia la puesta de sol, compuse teniendo esto en cuenta para utilizarlas como punto de fuga y que la imagen ganase dinamismo.

Como ves, conseguirla no fue moco de pavo… Es una combinación de 15 fotos en total porque no tenía sistema de filtros para el Tamron 15-30mm. Así pues, hice una primera foto con un puntito más de exposición para el primer plano enfocando en las rocas más cercanas. Después hice el resto enfocando a la ermita y tratando de alargar al máximo la exposición (fíjate, F/16 e ISO 50…). En el procesado lo junté todo para que el movimiento de las nubes fuese más acusado.
Otra vista interesante es desde arriba del acantilado, con el faro de Punta Frouxeira al fondo. El sol ya había bajado suficiente pero la ermita estaba iluminada por la contaminación lumínica de los alrededores.

Una vez más repetí la fórmula de la múltiple exposición haciendo 3 fotos para aumentar el movimiento de las nubes.
Miño
Al día siguiente pusimos rumbo a nuestra siguiente parada: Miño (GPS 43,21.0523N, 8,12.9266W). Allí visitamos a nuestros amigos Sara y Kike, a los que siempre estaremos agradecidos por la bienvenida que nos dieron.
A nivel fotográfico destacaría el encanto del puerto pesquero en hora azul. Ese día tuvimos una luna bien hermosa para acabar de redondear la noche.

A Coruña
Y llegamos a la capital de la provincia. Nos costó tanto aparcar que acabamos dejándolo en un parking de pago el día completo.
Subimos los trastos al Hostal La Provinciana y nos fuimos a pasear. Cruzamos la famosa plaza de María Pita, llegamos hasta el castillo de San Antón y seguimos bordeando el mar hasta llegar a la Torre de Hércules (GPS 43,23.2078N, 8,24.4763W) y su rosa de los vientos.

Como era de esperar, es un sitio masificado, así que huimos del epicentro para buscar un sitio más tranquilo y lejano desde el que ver la puesta de sol (GPS 43,23.2173N, 8,23.9573W).

Mientras mis chicas esperaban pacientemente (tienen el cielo ganado…) yo seguí el caminito que veis en la foto, pasé al otro lado del murito y descendí un poco entre matojos para tener una vista panorámica más limpia hacia la torre, los acantilados y el mar.

Cerca de donde estábamos había varias esculturas interesantes, pero ya no quise dar más la murga y nos fuimos a ponerle la guinda al día. Estando en la ciudad de una de nuestras cervezas favoritas no podíamos dejar de visitar el lugar donde nació Estrella Galicia (GPS 43,21.4638N, 8,24.1804W).
Hasta 1972 se fabricaba allí mismo, ahora es una cervecería restaurante en la que puedes degustar la cerveza directamente de bodega (recién hecha y sin pasteurizar). Si te gusta la cerveza es una visita obligatoria, además podrás picotear a buen precio.

La Coruña nos gustó mucho, y nos hubiese encantado quedarnos más días para seguir disfrutando con tranquilidad de sus calles, sus monumentos y su gastronomía. Seguro que algún día volveremos, pero de aquellas pusimos rumbo hacia la Costa da Morte.
Faro Punta Nariga
Como ya habrás adivinado, la primera parada que hicimos al día siguiente fue el faro de Punta Nariga (GPS , perteneciente a la población de Malpica de Bergantiños (A Coruña).
Se trata de un faro bastante nuevo (construido en 1998) de 55 metros de altitud y 41km de alcance, cuyo atractivo es su peculiar forma de proa de barco apuntando hacia el mar. En la punta hay además una escultura de bronce llamada Atlante obra de Manolo Coia.

Por la posición que tiene es ideal para coger la Vía Láctea en forma de arco por encima del faro. Mi idea era echar un vistazo por la mañana para volver de noche, y por la tarde visitar otros faros como O Roncudo. Quién me iba a decir que ya no volveríamos…
Resulta que cuando llegamos al alojamiento que teníamos contratado se habían hecho un lío con las reservas (entre las telefónicas y las online) y no había ninguna habitación para nosotros… En agosto y para el día, todos los sitios cercanos estaban ocupados. Al final tuvimos que llamar a nuestro siguiente hotel en Finisterre y milagrosamente tenían una habitación libre, así que nos quedamos esa noche allí también.
Finisterre
Así es cómo de rebote anticipamos nuestra llegada al Hostal Mariquito en pleno centro de Finisterre (en gallego, Fisterra).
En la época romana se pensaba que allí acababa la Tierra, de ahí su nombre que proviene del latín Finis Terrae. También guarda relación con el camino de Santiago, pues para algunos el camino acaba en el faro (GPS 42,52.9692N, 9,16.3212W).

Por la posición en la que está, nos interesa más fotografiarlo al atardecer, aunque a esas horas siempre encontraremos un buen tumulto de gente.


Esta foto tiene cierto grado de montaje más allá del bracketing para que la luna y el resto de foto estuvieran bien expuestas. Aproveché que tenía que combinar las dos fotos para ampliar un poco la luna y reubicarla más hacia arriba para que no quedase un espacio vacío tan grande.
Si queremos disfrutar más tranquilos de la visita, es muy recomendable ir al amanecer. Ya sabes, es tierra de peregrinación y siempre te encuentras a alguien, pero los puedes contar con los dedos de la mano.

¿Hay algo más interesante en Finisterre? Bueno, de vuelta al puerto tenemos el castillo de San Carlos (GPS 42,54.2860N, 9,15.6521W).

Si paseamos por las calles del casco antiguo seguro que más pronto que tarde acabaremos conociendo a Pedro del Camino. Es un hombre pintoresco muy conocido allí, con su barba blanca y su gorro. Ahí donde lo ves, muy bohemio él, es un empresario francés que pasa sus días por las calles de Finisterre dibujando postales que luego regala a los turistas.

Cascadas de Ézaro
A unos 25km de Finisterre, en un pueblo llamado Dumbría, encontramos las cascadas de Ézaro o del Xallas (GPS 42 54.7648N, 9,7.0714W).
Tras dejar el coche cerca de la oficina de turismo andamos unos 300 metros hasta llegar al mirador.

Durante el día es un sitio bonito, pero si quieres ver algo chulo de verdad te recomiendo que vayas de noche en verano, porque hacen unos espectáculos de luces y música sincronizados que iluminan la cascada y dan un ambiente especial. Infórmate antes porque no siempre lo hacen.

Santiago de Compostela
Efectivamente, ¿cómo íbamos a ir a Galicia sin pasar por su capital Santiago? Pues bien, aunque sigo pensando que es visita obligatoria no fue para nada lo que más me gustó del viaje.
Sus calles y su catedral tienen su encanto, una pena que estuviese tapada por obras y el bullicio que encuentras en agosto, aunque estoy seguro que es una ciudad que se mantiene activa el resto del año también por las peregrinaciones.
En la plaza do Obradoiro (GPS 42,52.8323N, 8,32.7676W) podemos ver cómo llegan peregrinos exhaustos a la par que felices por haber cumplido su objetivo tras días de duras andanzas.

Por dentro la catedral es muy bonita, pudimos ver la figura del santo, su tumba, el botafumeiro (aunque no en marcha) y alguna que otra ceremonia.


Saliendo de la ciudad te recomiendo ir al monumento al peregrino en el Monte do Gozo (GPS 42 53.0834N, 8,29.7256W). Es una pequeña colina con unas estatuas que emulan la alegría de unos peregrinos al ver desde allí la catedral. Lo mejor es que allí puedes tener un momento de tranquilidad, y será ideal si vas al atardecer porque el sol se esconde frente a las estatuas.

Tras esta visita pasamos la noche en el Hotel San Lázaro.
Cascada del Toja
A unos 40km de Santiago en dirección a Orense encontramos la cascada del Toja (o Fervenza do Toxa) en el pueblo de Silleda (GPS 42,45.4351N, 8,16.3732W). Está considerada la más alta en caída libre de toda Galicia.
Para llegar hasta su base podemos dejar los coches en los miradores y después andar un poco. El entorno es un bosque atlántico que hará del paseo un agradable rato.

Desde aquí fuimos a Orense. Visitamos la ciudad e hicimos noche antes de seguir encaminándonos hacia casa. Te puedo decir que la ciudad me gustó por ser más tranquila que una gran urbe, pero no tengo mucho más que contarte porque fue un paso rápido.
Aquí acaba nuestra ruta por Galicia. Espero que te hayan gustado esos poquitos rincones que te he podido mostrar para que saques más provecho a tu viaje 🙂
2 Comments
Precioso reportaje Jorge. Me encanta Galicia, tiene unos rincones muy bonitos para hacer fotos. Gran parte del recorrido que hiciste, ya lo conocía, sobre todo A Coruña, ya que tengo un hijo allí viviendo y suelo ir con frecuencia.
Un saludo para ti y tu mujer.
Muchas gracias Antonio! Me alegra que te haya gustado. Qué suerte tener familia allí, así ya tienes excusa para ir y de paso hacer fotos.
Un abrazo para ti de nuestra parte y que pases un buen fin de semana.