En la publicación anterior vimos cómo hacer fotos en bracketing u horquillado para superar la limitación del sensor de nuestra cámara y captar todo el rango dinámico de una escena de alto contraste. Cada una de estas fotos por sí sola no sirven de nada, sino que se han de juntar en una única imagen final que contenga lo mejor de cada una. Así tendremos información tanto en las sombras como en las altas luces, sin tener zonas empastadas y/o quemadas.
¿Y cómo hacemos eso? Pues con un programa de edición y la técnica del blending, que como su nombre indica (significa “mezcla”) se trata de combinar las fotos. A continuación veremos qué métodos tenemos hoy en día para hacerlo, aunque primero me gustaría aclarar algo.
Diferencias entre blending y HDR
¿Eso que me estás contando del blending no es lo que se llama un HDR? No sé si es correcto pero yo hago una distinción entre ambos métodos. HDR significa “High Dinamic Range”, y efectivamente en ambos casos se obtiene una IMAGEN HDR en cuanto a que tiene un rango dinámico más extenso que una foto normal. En ambos casos necesitamos los mismos ingredientes: varias fotos con horquillado de exposición y un programa de edición que las una. Pero la forma de cocinarlos es diferente y el resultado final también (la TÉCNICA o METODO HDR es distinta a la técnica o método del blending).
HDR
Para hacer lo que tradicionalmente se conoce como HDR necesitamos un programa específico como Photomatix o bien algún plugin para Photoshop. Le indicamos al programa dónde tenemos las fotos que queremos combinar, las acopla y posteriormente te deja aplicarle unos presets. Los tienes de todo tipo, desde los que intentan ser más realistas hasta otros más pictóricos/artísticos. Además puedes modificarlos un poco y hacer unos ajustes finales del tipo contraste, saturación, enfoque… para dejar la imagen a tu gusto.
Es una opción muy rápida, y algunos presets hacen la faena medianamente bien. Sin embargo, el control sobre la imagen es limitado ya que las modificaciones que hagas afectan a toda la imagen en conjunto. Lo más normal es que acabes con fotos muy llamativas pero bastante irreales, que acabes matando las sombras o dándole una textura exagerada al cielo. Algo que estaba de moda años atrás pero que ahora mismo…
Otra pega es que el proceso suele degradar bastante la imagen, cuanto más exagerado sea el efecto que le des más grano y artefactos generará.
Blending
El blending es un proceso que dependiendo de la situación puede ser más o menos laborioso. A cambio obtenemos más control sobre la imagen, lo que se traduce en un resultado más fino y de más calidad. A diferencia del HDR la imagen que obtenemos después de hacer la fusión no está terminada porque durante el proceso, sino que es como un archivo RAW a partir del cual puedes empezar a trabajar. La única diferencia con respecto al RAW que sale de la cámara es que podrás recuperar más información de las luces y las sombras.
Ahora hablaremos de las distintas formas de hacer un blending, así entenderás mucho mejor la diferencia.
Blending en Lightroom
Es una forma muy sencilla y rápida de fusionar imágenes. Si además hacemos normalmente nuestro flujo de trabajo en Lightroom lo tenemos a un par de clicks, no requiere conocimientos avanzados ni nada por el estilo. Tan sólo debes seguir los siguientes pasos:
- Deberás tener las imágenes que quieras fusionar dentro de la Biblioteca. Si no las tienes ya, lo primero será importarlas.
- A continuación nos dirigimos al módulo “Revelar” y seleccionamos todas las que vayamos a fusionar.
- Clicamos con el botón derecho > Combinación de fotografías > HDR (también puedes pulsar el atajo de teclado Ctrl+H).
- En la pantalla que se abre tendremos varias opciones para elegir:
- Alinear automáticamente. Esta debemos marcarla, puesto que sirve para corregir ese poquito que se pueda haber movido el trípode entre disparos, dejando las imágenes completamente alineadas.
- Tono automático. Esta la dejaremos desmarcada. Sirve para que Lightroom ajuste la imagen a su antojo, pero nosotros la editaremos a nuestro gusto después.
- Cantidad de eliminación de fantasmas. Esto lo que hace es corregir el efecto “fantasma” que hacen las cosas que se han movido dentro del encuadre de una foto a otra (una persona, un vehículo, unas ramas) para que no aparezcan emborronadas. Normalmente lo dejo en “Medio”, y si hay muchas cosas en movimiento lo pongo en “Alto”.
Toda la zona que aparece pintada de rojo es la zona donde se está aplicando la eliminación de fantasmas.
Cuando le demos a “Combinar” Lightroom nos creará un nuevo archivo con extensión DNG (osea un RAW universal).
¿Notas la mejora? Viendo la foto así en general no notarás mucha diferencia, pero fíjate sobretodo en las zonas quemadas por el Sol en el cielo o en los reflejos del agua. Se nota una barbaridad, y eso que todavía no le hemos dado caña a la foto con el procesado. En las sombras se nota menos, pero también hemos ganado en detalle. Por último, al tener activada la eliminación de fantasmas las olas no son las mismas en una foto que en otra.
Esto así a simple vista, pero cuando empieces a trabajar con la foto te darás cuenta del potencial que ha ganado tu foto recuperando información en sombras y altas luces. Tendrás más matices de color, no reventarás las luces y no tendrás tanto ruido, y todo ello de una forma mucho más natural que un HDR de Photomatix.
Este es el método que suelo usar la mayoría de veces, ya que es súper fácil, muy rápido y Lightroom hace una buena faena. Sin embargo, hay casos concretos en los que no funciona tan bien, y tienen relación con la eliminación de fantasmas:
- Si disparas las fotos a un ISO elevado (quizá porque no llevabas trípode). En las zonas donde había movimiento te dejará unas ronchas llenas de una especie de ruido con grano muy grueso.
- En fotos con muchas cosas en movimiento. Pese a poner la eliminación de fantasmas a tope, seguramente no desaparezcan del todo y te deje borrones o rastros.
- Si quieres que en una parte de la foto no se aplique la eliminación de fantasmas y en el resto sí. Imagínate que tienes fotos hechas en una carretera rodeada de árboles. En una de las fotos has capturado un coche en primer plano que te interesa que aparezca, pero en el resto de fotos el coche ya no está. Sin embargo en la zona donde están los árboles te interesa aplicar la eliminación de fantasmas. Con este método no puedes aplicar de forma selectiva que se queda y qué se borra al eliminar fantasmas.
Para los casos más delicados que requieran de un mayor control y precisión te recomiendo el próximo método.
Blending manual en Photoshop
Cuando escuchamos la palabra “manual” parece que tengamos que salir corriendo: modo manual en la cámara, disparar flashes en manual, y ahora hacer un proceso de combinar fotografías de forma manual. No te preocupes porque lo vamos a hacer lo más sencillo posible, si bien es cierto que lo ideal sería que estuvieses familiarizado con las máscaras de Photoshop.
- Abrimos las imágenes en Lightroom y empezamos a revelar la imagen intermedia (0EV) como si de una foto normal se tratase, intentando que no quede nada fuera del histograma. Ajustamos altas luces, sombras, saturación… Todo lo que tengamos que hacerle excepto lo que tenga que ver con perspectiva, rotación de imagen, recortes, etc. Eso ya lo haremos luego en caso de ser necesario, porque sino dificultará la fusión de imágenes.
- Copiamos todos los ajustes que hemos hecho con Ctrl+C (Cmd+C en Mac) y lo pegamos con Ctrl+V (Cmd+V en Mac) en las otras dos fotos.
- A la foto que hicimos sobreexpuesta a +2EV le reducimos la exposición justo esos 2 pasos que le dimos de más al hacer la foto. A la que hicimos subexpuesta a -2EV le aumentamos 2 pasos. El resto de valores no los modificamos, por lo que deben quedar exactamente igual que la fotografía intermedia (0EV). La información la seguiremos teniendo disponible para recuperarla, sin embargo las hemos equilibrado para que al fusionarlas no se noten cambios de luminosidad.
- Guardamos las 3 imágenes en formato TIFF y abrimos Photoshop.
- En Photoshop hacemos click en “Archivo > Secuencias de comandos > Cargar archivos en pila…”. Le damos a “Buscar…” y elegimos las fotos en TIFF que hemos creado. Seleccionamos la opción “Intentar alinear automáticamente” y le damos a OK.
- Una vez alineadas las 3 capas, ponemos como fotografía base la intermedia (0EV).
- Ahora tenemos que escoger la mejor parte de cada imagen, y comenzaremos por las altas luces. ¿Cómo hacemos que Photoshop cree una selección con las altas luces? Muy fácil: vamos a la pestaña “Canales” y hacemos Ctrl.+Click (Cmd+Click en Mac) en el canal RGB. Inmediatamente aparecerán las hormigas por la imagen indicando la zona seleccionada.
- Volvemos a la pestaña “Capas” y seleccionamos la capa “Foto -2EV”, ya que la foto subexpuesta es la que mejor conservadas tiene las altas luces. Ahora hacemos click en el icono de “Añadir máscara” (el cuadrado pequeño blanco con un círculo negro en medio). Esto creará una máscara con la selección de las altas luces hechas.
- Ahora le toca el turno a las sombras. Repetimos exactamente el mismo proceso, pero en este caso nos situamos en la capa “Foto +2EV” para crear la máscara. Con esto hemos seleccionado las altas luces de la foto sobreexpuesta, pero queremos seleccionar las sombras. Así que clicamos encima de la última máscara que hemos creado y hacemos Ctrl.+I (Cmd+I) para invertir la máscara. Ya está, ahora tenemos seleccionadas las sombras. Las capas y sus máscaras deberían quedar así:
Soy consciente de que se pueden crear máscaras todavía más selectivas de modo que afecten exclusivamente a luces más altas o sombras más oscuras. Hay casos en los que puede venir bien, sin embargo a la hora de hacer el blending yo prefiero usar las que te he enseñado porque hacen un degradado más suave al no ser tan restrictivas. En cualquier caso, aquí te dejo un link para que descargues una acción de Photoshop con la que crearás con un click 5 canales de luces, 5 de sombras y 5 de tonos medios. Los canales equivalentes a los que he usado en este tutorial serían “Lights 1” y “Shadows 1”.
Hasta aquí hemos hecho lo mismo que hace Lightroom con su módulo HDR, salvo reducir los fantasmas. Hemos hablado de los casos en los que resulta útil este método, y la foto que he usado de ejemplo no es uno de ellos. Sería distinto si por ejemplo en el mar hubiese un velero en movimiento por el mar y te interesase congelarlo. ¿Qué hubiese hecho LR? Pues una de dos:
- Si el velero se movía muy rápido seguramente al eliminar fantasmas lo habría borrado del mapa.
- Si iba lento no será capaz de borrarlo completamente porque de foto a foto el velero se habrá movido poco, así que lo dejará como un borrón.
Lo ideal sería que el blending afectase a toda la imagen menos en el trocito donde esté el velero, que debería cogerlo de una de las 3 fotos y no del resto. Aquí es donde viene la gracia del blending manual: ahora podemos decidir de forma selectiva dónde exactamente afecta una capa u otra.
Siguiendo con el ejemplo imaginario, si queremos que aparezca el velero correctamente ¿de cuál de las 3 fotos lo cogeríamos? Como el Sol queda en frente, el barquito estaría a contraluz y se vería oscuro, ¿no?. Entonces deberíamos cogerlo de la foto sobreexpuesta por ser la que más información tiene en las sombras, aunque la foto intermedia también nos serviría. Para ello lo que haríamos sería:
- Pintar con un pincel negro, 100% de opacidad y 100% de flujo en las máscaras de las capas “Foto 0EV” y “Foto -2EV”, en el punto exacto donde se encuentre el velero en esa foto.
- Pintar con un pincel blanco, 100% de opacidad y 100% de flujo en la máscaras de la capa “Foto +2EV”, donde esté el velero en esa foto.
Cuando pintamos de negro en una máscara le decimos a Photoshop que esa parte de la imagen no nos la muestre, mientras que pintando de blanco le decimos que sí queremos que nos la muestre en la mezcla final. Cada fotografía es un mundo, lo importante es que entiendas bien cómo funcionan las máscaras en Photoshop y lo apliques en tu favor para hacer el blending que más te convenga.
Una vez lo tengamos todo como toca sólo queda acoplar la imagen (Capa > Acoplar imagen) y comenzar a trajabar con ella para dejarla a nuestro gusto.
Conclusión
En este artículo hemos visto distintos métodos para combinar imágenes hechas en bracketing. Con el más simple conseguirás imágenes espectaculares en cuestión de minutos, mientras que el más complejo te permitirá hacer fusiones en situaciones difíciles adaptándolo a tus necesidades. También creo que ha quedado demostrado que merece la pena perder unos minutos más y evitar usar los programas HDR tradicionales, ¿no estás de acuerdo?
Si los conceptos “máscaras de luminosidad” y “capas” son nuevos para ti seguramente te habrá resultado muy denso y lioso. En ese caso te recomiendo que primero busques información y aprendas lo que son, porque el trabajo con máscaras y capas es la base de Photoshop. Cuando consigas comprenderlo bien se te abrirá un mundo de posibilidades para darle a tus fotos ese toque que les falta.
Ya sabes que si tienes alguna duda me tienes a tu disposición para lo que necesites.
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