De pequeño solía quedarme mirando las estrellas preguntándome qué habría más allá de la Tierra. Por eso, cuando descubrí la magia de la fotografía nocturna me encantó poder capturar el cielo estrellado.
¿Has hecho alguna vez fotografías nocturnas? Estás en medio del monte, todo a oscuras, pensando “¡pero si no se ve nada!”. Y de repente tu cámara hace click y te muestra lo que ha conseguido captar: un bonito paisaje con detalles, colores y estrellas…
Esa sensación es difícil de describir, pero lo es mucho más cuando vamos un paso más allá y tratamos de capturar algo como la Vía Láctea.
Hoy te voy a explicar todo lo necesario para que puedas hacer una buena foto de la Vía Láctea.
¿Dónde fotografiar la Vía Láctea?
Si vives en una gran ciudad sabrás que es difícil ver estrellas cuando miras al cielo. En cambio, cuando te alejas de las grandes urbes y te adentras en zonas rurales se ven con toda claridad.
Por tanto, lo primero que necesitas será encontrar un lugar con poca contaminación lumínica. Para ello, puedes ayudarte del mapa de contaminación lumínica de la web Blue Marble:
Cuanto más oscura esté la zona en el mapa mejor se verán las estrellas, y cuanto más alejado de las zonas brillantes menos contaminación lumínica aparecerá en tu foto.
¿Cuándo fotografiar la Vía Láctea?
Una vez encontrado un sitio con poca contaminación lumínica deberás buscar el momento correcto para hacer tu foto.
La Vía Láctea como tal es visible durante todo el año. Sin embargo, la parte de la Vía Láctea más impresionante se llama Centro Galáctico y no siempre está visible. En el hemisferio norte lo podemos ver de marzo a octubre, aunque es desde finales de abril a finales de julio cuando más tiempo permanece visible. El resto del año sale cuando es de día, y por tanto no se puede apreciar. En el hemisferio sur se puede ver de febrero a octubre, siendo su auge en junio y julio.
Pero no basta con elegir el mes adecuado. También hay que tener en cuenta la fase lunar. Parece mentira pero una luna llena refleja aproximadamente el 12% de la luz del Sol. Así que nos puede venir bien su presencia para iluminar y dar volúmen al paisaje nocturno. Lo mejor será que quede en un lateral tal y como lo harías con cualquier otra fuente de luz, sin que aparezca en el encuadre.
Se pueden conseguir fotos buenas cuando haya luna. No obstante, si queremos que la Vía Láctea se aprecie lo más potente posible iremos un día en el que no haya luna (porque todavía no haya salido, porque ya se haya escondido o porque es luna nueva). Piensa que su presencia hace que el cielo no esté completamente oscuro.
¿Hacia dónde hemos de mirar?
Ahora que tienes claro dónde y cuando puedes hacer buenas fotos te preguntarás por dónde aparecerá el Centro Galáctico.
Podemos ver a nuestro fetiche mirando hacia el sur, en concreto:
- Hemisferio norte: primavera (sureste), verano (sur) y otoño (suroeste).
- Hemisferio sur: otoño (sureste), invierno (sur) y primavera (suroeste).
Para hacerte una idea más exacta y poder planificar la composición de la foto lo ideal será utilizar una app tipo PhotoPills. Si además podemos visitar el lugar previamente, haciendo uso de la realidad aumentada podremos saber a qué hora exacta estará el Centro Galáctico donde queremos y visualizar cómo quedará la foto.
¿Qué equipo necesito?
- Cámara: como mínimo que tenga modo manual. Ahora bien, las cámaras con sensor grande (APS-C o Full Frame) te permitirán hacer fotos con menos ruido. Piensa que vamos a hacer disparos a un ISO alto y con un tiempo prolongado.
- Objetivo: necesitarás un gran angular luminoso. La Vía Láctea es muy grande, para captar todo el arco incluso con un gran angular necesitarás hacer una panorámica. Pero ese no es el único motivo. Nos interesa que las estrellas queden estáticas en la foto, y cuanta menor sea la focal más tiempo podremos alargar la exposición. Luego hablaremos de ello. Por el mismo motivo, nos interesa un objetivo que permita entrar el máximo de luz posible para reducir ISO o tiempo de exposición.
- Trípode: cualquiera con el que te encuentres cómodo y soporte bien el peso de tu equipo sin cabecear ni hacer el más mínimo movimiento. De lo contrario la foto saldrá movida.
- Opcionalmente puedes llevar linternas o flashes para iluminar el terreno en caso de que no uses la luna como fuente de luz.
¿Cómo configurar la cámara para fotografiar la Vía Láctea?
Ya estamos en el lugar y fecha adecuados, ¿y ahora qué?
- Enfocar a la hiperfocal: tranquilo, es muy sencillo. Basta con consultar una tabla que te dirá a qué distancia tienes que enfocar según la cámara, distancia focal y apertura que vayas a usar. En mi caso, por ejemplo, una Nikon D750 (Full Frame), una distancia focal de 15mm (la mínima de mi objetivo) y una apertura de f/2.8 (la máxima). La tabla me dice que tengo que enfocar a 2,67 metros para tenerlo todo a foco. Es recomendable enfocar un poco más lejos para asegurar (por ejemplo a 2,80 o 3,00 metros), ya que si nos quedamos cortos las estrellas saldrán desenfocadas.
- Desactivar el autoenfoque y el estabilizador (si tu objetivo tiene): una vez enfocado a la hiperfocal ya no has de volver a enfocar ni has de tocar la rueda de enfoque. Al hacer la foto sobre trípode, también hay que acordarse de quitar el estabilizador porque sino la foto saldrá mal.
- Encuadrar: ponemos la cámara sobre el trípode y la dirigimos hacia donde queremos hacer la foto.
- Configuración: normalmente uso unos valores de partida válidos la mayoría de las veces. Si es necesario, luego corrijo el parámetro que me convenga. Estos valores son F/2.8, 30″, ISO 3.200. Ahora bien, hay que tener varias cosas en cuenta:
- RAW: nunca está de más decirlo. Dispara en RAW para llevarte el máximo de información posible en el archivo y tener luego más juego a la hora de revelar la foto. Merece la pena siempre, y mucho más en estos casos donde forzamos a la cámara y al objetivo a trabajar al límite.
- Apertura: usaremos siempre el más abierto, aún sabiendo que no es donde mejor rinde el objetivo. Es de noche y nos interesa que entre el máximo de luz posible para captar cuantas más estrellas mejor.
- Velocidad: queremos exponer el máximo tiempo posible sin que las estrellas salgan en movimiento. Para ello tenemos la regla de los 500, cuya fórmula es 500/focal. En mi caso sería 500/15mm = 33″. Como es un método aproximado siempre reduzco a 30″, que además es el máximo tiempo que permite la cámara sin necesitar disparador. La focal que hay que poner en la fórmula es la equivalente en Full Frame. Por ejemplo, si tu cámara es APS-C con factor de recorte 1,5x y tu objetivo es un 12mm, la focal a poner será 12mm x 1,5 = 18mm. El tiempo máximo será por tanto de 500/18mm = 27″.
- ISO: normalmente 3.200 suele ser un valor correcto. Bajando a 1.600 seguramente necesites más luz, salvo que fotografíes con luna o con un objetivo 1.8. En cambio, subir a 6.400 puede suponer (para la mayoría de cámaras) perder calidad de imagen y que se dispare el ruido. Todo depende de lo que te moleste el ruido en tus fotos.
- Balance de blancos: normalmente las fotografías nocturnas me gustan con el cielo azulado/morado. Por ello elijo un balance frío, sobre los 3330K y un toque de tinte magenta. En ocasiones lo dejo en automático y lo pongo a mi gusto en el revelado.
- Reducción de ruido: yo siempre lo tengo desactivado, tanto el de exposición prolongada como el de ISO alto.
Esta fue una de mis primeras fotos de Vía Láctea, con mis dos chicas:
EXIF: 14mm | F/2.8 | 60″ | ISO 3.200 (con trípode y flash con gel cálido a mi derecha)
¿Ves cuál es el fallo? Para empezar, hay más contaminación lumínica de la que sería recomendable. Luego, a 60″ las estrellas aparecen ya movidas. Para congelar a mis chicas y que no apareciesen movidas las puse en un sitio donde apenas se recibía luz y lancé un flashazo.
¿Podemos mejorar la foto?
Los parámetros que hemos puesto antes son los necesarios para captar estrellas: la mayor apertura posible y el ISO más alto que puedas soportar, con el fin de captar la máxima cantidad de luz en un tiempo comedido.
En cambio no son lo mejor para la zona del suelo. Estaría bien cerrar un poco el diafragma para que el objetivo no esté trabajando en su punto más flojo, y sobretodo para bajar el ISO y reducir el ruido. Un ejemplo (sin pasarnos) para conseguir una exposición equivalente sería disparar a F/4 e ISO 400, ajustando la velocidad a 8 minutos.
¿Y ahora qué? Una vez hechas las dos fotos las uniremos en el revelado mediante un blending. Tan sencillo como eso y tu foto mejorará bastante.
EXIF: 15mm | F/2.8 | 30″ | ISO 3.200 + F/5.6 | 30″ | ISO 400 (con trípode + linterna Maglite 3D cálida)
A este tamaño no se aprecia, pero cuando lo ves a tamaño real notas la diferencia de limpieza de ruido y de nitidez en la zona inferior.
Conclusión
Parece que sean muchas cosas las que hay que tener en cuenta, pero una vez te acostumbras va todo rodado. A modo resumen esto es todo lo que hemos visto hoy:
- Busca un lugar con poca contaminación lumínica.
- La Vía Láctea se ve durante todo el año, pero el Centro Galáctico lo podrás ver en el hemisferio norte de marzo a octubre, y especialmente bien de finales de abril a finales de julio.
- Intenta que no haya luna o que esté lo menos iluminada posible.
- Mira hacia el sur para ver el Centro Galáctico. Con esto ya puedes comenzar a planificar tu encuadre.
- Dispara en RAW y desactiva la reducción de ruido y el estabilizador.
- Enfoca a la hiperfocal.
- Configura tu cámara inicialmente a F/2.8, 30″, ISO 3.200 y ajusta posteriormente si es necesario.
- Si quieres mejorar la calidad de imagen, haz otra toma cerrando diafragma y bajando el ISO lo máximo que puedas, aumentando el tiempo hasta encontrar una exposición equivalente.
Queda lo más importante: disfruta estando al aire libre y contemplando este espectáculo de la naturaleza. Y si te apetece aprovechar la escapada, una vez tengas fotografiada la Vía Láctea con todos los encuadres que quieras, ¿por qué no intentas una circumpolar?
Yo me voy este finde a hacer la primera del año, ¿y tú?
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