El pasado sábado 13 de octubre de 2018 Fujifilm España ofreció una charla en Valencia de la mano de Germán Vidal y Matías Vargas. El motivo era la presentación de la nueva cámara Fuji X-T100. Para mi fue la oportunidad para probar los productos de una marca que, como fotógrafo de viajes, me lleva tentando desde hace tiempo.
Echémosle un pequeño vistazo a las características técnicas de esta cámara, más que nada para ponernos en situación.
Características técnicas de la Fuji X-T100
- Sensor APS-C de 24,2 MP (factor de recorte 1,5x)
- ISO nativo 200 – 12800 / ISO extendido 100 – 51200
- Tamaño: 121 x 83 x 47,4 mm (largo x alto x ancho)
- Peso: 448 gr (con batería y tarjeta de memoria)
- Velocidad obturador mecánico: 30″ – 1/4000″ (electrónico hasta 1/32000″).
- Velocidad sincronización flash: 1/180″
- Visor OLED de 0,39 pulgadas y 2,36MP de resolución
- Pantalla TFT táctil de 3″, de 1040K de resolución y girable en 3 direcciones
- Funciones automatizadas por software: bracketing, focus stacking, combinación HDR
- Conexión WIFI y Bluetooth
Para saber más detalles puedes consultar la web oficial de Fuji.
Ergonomía cámara en mano
Junto a la cámara se presentaba el objetivo Fujinon Super XC 15-45mm 3,5-5,6 OIS PZ, un objetivo muy pequeño y ligero que se vende en kit con esta cámara por algo más de 600€. Aparte de pequeño, el objetivo tiene como peculiaridades que su zoom es motorizado y que tiene capacidades pseudo-macro que le permiten enfocar a sólo 5 cm de distancia.
EXIF: 45mm ( 68mm en Full Frame) | F/13 | 1/70″ | ISO 2000
No es un objetivo que vaya a sacar el máximo rendimiento del sensor, pero no hay que olvidar que estamos ante una cámara de entrada que tiene un público objetivo muy claro: alguien que quiera una buena calidad de imagen sin renunciar a ir ligero. De hecho, por su tamaño casi podría considerarse de bolsillo.
El problema para los que venimos de cámaras de gama medio-alta (sean reflex o no) es que el agarre es minúsculo. Es imposible coger la cámara con la mano entera, has de sujetarla sólo con los dedos. Como curiosidad, comentar que ese pequeño agarre es de quita y pon (puedes quitarlo dejando la cámara completamente lisa).
Otro aspecto que se echa en falta son más botones para configurar parámetros rápidamente sin acceder al menú. Una vez más, es algo que queda reservado para sus hermanas mayores.
No todo son pegas. Algo que ha llamado mi atención es que no han escatimado en la calidad del material. La sensación de robustez es mayor que la que me transmite mi D750, algo que pude notar con sólo abrir la tapita para insertar la tarjeta de memoria.
Lo que he dicho hasta aquí son cosas que ya sabía sin necesidad de ir a una charla o probar la cámara. Lo que realmente quería era poner a prueba el sensor y analizar los resultados en casa. Para ello nos lanzamos a la calle durante un par de horitas.
Consideraciones previas a las muestras
Dos horas es muy poco tiempo, y más cuando no estás familiarizado con los menús de Fuji. No es que sean difíciles, pero te has de acostumbrar si quieres tomar fotos de forma ágil.
Las fotos que te voy a mostrar llevan el siguiente procesado:
- Disparadas en RAW
- En la mayoría de casos se ha usado el perfil de cámara Velvia
- Reveladas con Lightroom
- Corrección de lente activo.
- Enfoque a nivel 30 más o menos, con máscara de enfoque también en unos 35
- La reducción de ruido se ha hecho con el filtro Noiseware de Imagenomic en Photoshop.
- Sólo llevan los ajustes básicos, y en algunas se ha añadido un poco de viñeteo.
- No se han usado otros filtros aparte del anti-ruido.
Como ves, lo básico para revelar una foto y poder evaluar si el sensor por sí mismo rinde o no. Nada de florituras.
El motivo de no quitar el ruido con Lightroom es porque no me gusta cómo lo hace. De todas formas, cuando veamos la respuesta a ISOs altos subiré recortes al 100% de la foto sin aplicarle el anti-ruido.
El enfoque es algo que tampoco me gusta cómo lo aplica, especialmente con ISOs altos ya que aumenta mucho el ruido. Por eso lo he bajado a 30 en vez de los 40 que tiene por defecto.
Pruebas de nitidez
Algo que muchos se preguntan cuando están pensando en cambiar de cámara es: ¿voy a ganar/perder nitidez? Esto es algo que no depende sólo de la cámara, sino que influye mucho el objetivo que se le ponga delante.
En este sentido, el pequeño 15-45mm se puede decir que es bastante digno para ser un objetivo de kit.
EXIF: 20mm (29mm en Full Frame) | F/11 | 1/90″ | ISO 200
A este tamaño tan reducido todos los objetivos son buenos, ¿no? Puedes ver las fotos a tamaño completo pinchando en ellas (te llevará a Flickr). De todos modos, vamos a ver recortes al 100% del tamaño original, uno del centro y otro de una esquina con detalles.
Veamos qué pasa abriendo el diafragma al máximo.
EXIF: 45mm (68mm en Full Frame) | F/5.6 | 1/220″ | ISO 200
Los resultados de este pequeño zoom no están mal aunque, como es normal, a máxima apertura flojea más.
Lo que me interesa con estas pruebas es saber hasta qué punto rinde el sensor y no este objetivo en concreto, ya que si me paso a Fuji sería con ópticas equivalentes a las que tengo ahora en Nikon. Para ello necesitamos un buen combo de sensor + objetivo con el que podamos decidir si se adapta a nuestras exigencias o no. Por suerte, mi amigo Manolo González (el fanboy de Fuji que me pica constantemente para que haga el cambio) trajo su arsenal de ópticas y pude probar unas lentes fantásticas.
Esta foto está tomada con el Fujinon 10-24mm F/4:
EXIF: 10mm (15mm en Full Frame) | F/5.6 | 1/680″ | ISO 200
Ni siquiera se ha hecho a un diafragma cerrado y ya rinde muy bien.
Esta otra fotos la tomé con el Fujinon 50-140mm F/2.8 a máxima apertura. Todas las fotos que tomé fueron con el sujeto centrado, por lo que no te puedo enseñar la nitidez en los bordes al estar desenfocados. Pero fíjate qué nivel de detalle tienes en la zona enfocada. ¡Es bestial!
EXIF: 140mm (210mm en Full Frame) | F/2.8 | 1/800″ | ISO 200
¿En serio se necesita más? Si lo usas para retratos seguro que recibirás más de una queja de la/el modelo por el exceso de detalle…
Creo que ha quedado demostrado que siempre que le metamos un buen objetivo vamos a tener resultados excelentes en cuanto a nitidez.
Respuesta a ISOs altos (ruido y detalle)
Otro de los miedos que tenemos al “bajar de escalón” (refiriéndome exclusivamente al tamaño de sensor) es qué pasa con las fotos a ISOs altos. Aquí van unas pocas pruebas.
EXIF: 23mm (35mm en Full Frame) | F/11 | 1/20″ | ISO 6400
Esta foto lleva aplicada la reducción de ruido con Noiseware. Debido al bajo tiempo de exposición y a que el sujeto central se estaba moviendo un poco, no aparece todo lo nítido que debiera. Por ello, he decidido hacer el recorte de la foto al 100% en la zona de la lata de cerveza. Además puedes comparar cómo queda con y sin NINGÚN tipo de reducción de ruido, para que puedas valorar en condiciones.
Para ser un ISO 6400 retiene bastantes detalles aún habiéndole aplicado la reducción de ruido. En la segunda foto se aprecia mucho ruido de color, pero este se quita fácilmente con sólo dejar el valor por defecto que aplica Lightroom (25) en vez de haberlo dejado en cero como he hecho yo para esta prueba.
En esta otra utilicé un diafragma más abierto para bajar el ISO a 2500, y fíjate qué nivel de detalle tiene a pesar de haberle aplicado la reducción de ruido.
EXIF: 23mm (35mm en Full Frame) | F/4.2 | 1/35″ | ISO 2500
Veo que la fama del sensor X-Trans no es exagerada, los resultados me han parecido bastante buenos. Ahora bien, no sabría decir cuánta diferencia hay (si la hay) con respecto a mi cámara Full Frame. Aventurarse a decir cuánto ruido hubiese producido la mía bajo estas mismas condiciones sería muy poco fiable, para eso necesitaría hacer una prueba de tú a tú. Nada como probarla para fotografiar la Vía Láctea, donde trabajas a ISO 3200-6400 con exposiciones de 20 a 30″ con mucha oscuridad.
Recuperación de altas luces y sombras
He aprovechado esta foto donde había una gran diferencia entre luces y sombras para ver qué tal responde el sensor Fuji.
EXIF: 25mm (38mm en Full Frame) | F/16 | 1/75″ | ISO 200
Nada nuevo. Como en todas las cámaras digitales actuales es más fácil recuperar información de zonas en sombra que no de las quemadas. Sí he notado a la hora de procesar que las fotos de Fuji necesitan un tratamiento algo distinto. Me atrevería a decir que los RAW se pueden estirar un poco menos que en Nikon. Por ejemplo, es difícil que en Lightroom puedas superar valores de -80 en altas luces o +80 en sombras. A partir de ahí te deja unos tonos muy pastelosos en la zona afectada. En cambio, con los RAW de Nikon suelo poder llegar a +/-100 sin problema. Lo sé, son valores muy extremos, pero eso a veces puede salvar una toma de la que no tengas bracketing.
Puestos a hablar de bracketing, vamos a ver la diferencia entre recuperar luces de una única foto o hacer bracketing. Primero te dejo la foto completa para que te ubiques y luego te pongo la comparación centrándonos en las zonas quemadas. El bracketing se hizo de dos fotos con una diferencia de 2 pasos, sin trípode, y se unió después en Lightroom.
EXIF: 10mm | F/14 | 1/15″ | ISO 1600
La diferencia es importante, y todavía sería mayor con un tercer disparo más subexpuesto. Si no sabes en qué consiste el bracketing mira este artículo donde te explico cómo hacerlo paso a paso.
Reproducción del color
Otra cosa de la que los fujistas se enorgullecen es de los colores que saca Fuji en sus fotos. Ahí estoy muy de acuerdo.
Con mis archivos Nikon siempre me toca ir jugando con la temperatura de color y el matiz hasta dar con el tono que quiero. Y aún así, siempre hay algún color que adquiere un tono que no me convence y me toca ajustarlo individualmente.
Esto con las pruebas que he hecho en Fuji no me pasa. Tal cual sale con el perfil de cámara Velvia está prácticamente a mi gusto. Luego puedo ajustar mínimamente temperatura y matiz si quiero darle un poco más de dominante, pero los colores son bastante fieles.
EXIF: 20mm (30mm en Full Frame) | F/4.5 | 1/30″ | ISO 1600
EXIF: 10mm (15mm en Full Frame) | F/4 | 1/60″ | ISO 200
Conclusiones sobre la X-T100 y el 15-45mm
Dos horitas fueron muy poco para sacar conclusiones definitivas, pero sí que hay algunos puntos que me quedaron claros.
Como hemos dicho desde el principio, la cámara va dirigida a un público de iniciación, o gente que quiera una cámara ligera que no de pereza coger. Si eres exigente seguramente te suponga un uso incómodo y lento si quieres explotar todas sus posibilidades.
El sensor es excelente para una cámara de este precio, pero el objetivo incluido en el kit, aunque no está mal, no le saca todo el potencial. El problema es que si queremos mejorar la calidad de imagen deberemos optar por un fijo pequeño y ligero (por tanto, no muy luminoso). De lo contrario el conjunto quedaría muy descompensado y sería todavía más incómoda de coger.
La pantalla articulada está muy bien para tomas con ángulos complicados y también para los amantes de los selfies. Se puede girar por completo y puedes disparar presionando una de las ruedas traseras de la cámara. Lo que no me convenció es su funcionalidad táctil. En vez de ser de ayuda me ha molestado más que otra cosa ya que cambiaba sin querer el punto de enfoque cada dos por tres. Supongo que es cuestión de acostumbrarse…
Una de las cosas que menos me gustó fue que perdí varias fotos por no acertar el foco, aparte de ser bastante lento en algunas ocasiones. No sé si es culpa del módulo de enfoque de la cámara o si es por el objetivo, o de la combinación de ambos. Ya nos avisaron en la charla que no era una cámara pensada para escenas de acción, pero no pensé que iba a notarlo tanto.
También tardaba bastante en guardar la copia una vez hecha la foto. La tarjeta que nos dieron era de clase 10, y sin disparar en ráfaga ni nada la cámara tardaba varios segundos en guardar la foto y mostrar la previsualización.
Conclusiones sobre Fuji
Dejemos de lado la X-T100 y centrémonos en Fuji como marca teniendo en cuenta el resto de productos. Esta es la segunda vez que toco una Fuji, y de nuevo me quedo con ganas de más.
El rendimiento del sensor me parece muy bueno tanto en color, como en nitidez y respuesta a ISOs altos. Los objetivos de gama alta me parecen excelentes, y las cámaras me parecen de una construcción muy buena, por no hablar de esa estética que tanto me gusta. Son cámaras que te motivan a salir a hacer fotos.
Aparte de todos esos aspectos técnicos o estéticos, hay algo que valoro mucho en Fuji como empresa: que escucha a sus clientes. Las grandes del mercado lanzan nuevos productos conforme les viene, y cada vez a precios más y más altos. Cuando lanzan algo nuevo al mercado, por cada cosa buena que le añaden le quitan otra con la que la gente estaba contenta (doble ranura de tarjetas por poner un ejemplo). Ofrecen lo que ellos quieren en vez de escuchar a sus usuarios. Tienes que pasar por el aro o irte a otro lado. En Fuji me consta que cuando algo no gusta a sus usuarios toman nota y en el siguiente modelo que lanzan le implementan las mejoras necesarias.
¿Y qué hay del software? En los más de 8 años que llevo en Nikon todo lo más que he recibido es una actualización para añadir compatibilidad con objetivos nuevos. Nada más. En cambio he visto a marcas como Fuji u Olympus lanzar actualizaciones de software que mejoran las prestaciones de sus cámaras (la velocidad de enfoque por ejemplo) y añaden funcionalidades. En las grandes eso no pasa: si quieres nuevas funciones te compras el último modelo. De verdad, ¿tanto cuesta tratarnos bien?
Lamentablemente, para tomar una decisión tan delicada como cambiar todo mi equipo necesito probar una cámara que sea una candidata real a sustituir mi D750 (X-T2, X-T3 o incluso una X-H1). Además tendría que probarla en mi terreno: llevármela unos días de viaje y hacer paisajes, atardeceres y nocturnas. En definitiva, poder compararla cara a cara con lo que tengo para saber en qué salgo ganando o perdiendo. Sólo entonces sabré si realmente da la talla como para sufrir el trastorno de vender mi equipo Nikon.
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