¡Ya estamos de vuelta de nuestro viaje a Japón! Estamos preparando toda la información y comenzando a editar las fotos para poder contaros nuestra experiencia por la tierra de los samuráis con todo detalle. Mientras tanto, continuaremos contándoos la segunda parte de nuestra escapada a finales del año pasado.
Para situarnos, habíamos dejado atrás la hermosa ciudad de Segovia, devolvimos la Olympus mirrorless que nos había prestado Fotografiarte, y desde Majadahonda pusimos rumbo a Toledo. Aleyda ya había estado en esta ciudad varias veces y le había encantado, y yo siempre había oído cosas buenas, así que en 2.010 decidimos hacer una visita fugaz de camino a Madrid. Personalmente, los pueblos y ciudades que guardan una estética medieval necesitan poco esfuerzo para gustarme, y Toledo no me defraudó.
Aquella visita que apenas duró una mañana nos supo a poco, por lo que nos prometimos repetir algún día. Seis años después hemos tenido la ocasión de volver a pasear por sus calles empedradas.
Sobre Toledo
Toledo es una ciudad española perteneciente a la comunidad de Castilla La Mancha, cuya población ascendía a 83.459 habitantes en 2.016, siendo el cuarto municipio más habitado de su comunidad. Esta ciudad tiene varias peculiaridades:
- Histórica: estuvo habitada por 3 culturas distintas durante siglos (judíos, cristianos y musulmanes), algo que dejó huella en sus calles y edificaciones.
- Geográfica: se construyó sobre una colina de 100 metros de alto sobre el río Tajo, que a su paso por la ciudad forma una curva (o meandro) que la bordea. De este modo, el enclave natural en el que se encuentra servía como defensa para la ciudad.
- Cultural: es Patrimonio de la Humanidad desde 1.986 y cuenta con numerosos lugares de interés entre los que destacan el Monasterio de San Juan de los Reyes y la Catedral de Santa María. En la antigüedad fue residencia de artistas como El Greco o Garcilaso de la Vega. También es muy conocida por su tradición y buen hacer con el hierro, fabricando las mejores espadas y cuchillos de antaño.
Llegada a la ciudad
El casco antiguo de la ciudad no es muy accesible al tráfico: la mayoría de las calles son muy estrechas, de hecho en la zona más antigua algunas se estrechan sin previo aviso de forma que es fácil llegar a un punto en el que un coche mediano no pueda pasar. Hay que tener en cuenta que algunas calles están protegidas por un pilón metálico porque el tráfico está restringido y sólo pueden pasar los vecinos.
De nuevo utilizamos Airbnb para contratar el alojamiento y quedamos contentos con nuestra elección. Situado en un patio interior en pleno casco histórico, concretamente en el barrio de la judería, este pequeño apartamento clásico está reformado por dentro y dispone de todas las comodidades. Calefacción, wifi, microondas, TV… De sobra para pasar un par de días de turismo como era nuestro caso.
Para evitar meternos en líos, nada más llegar fuimos directos a un parking público gratuito que hay a las afueras (GPS 39,51.43N, 4,1.54W). Desde ahí entramos al centro por la Puerta del Cambrón y nos dirigimos a nuestro apartamento. Fue un poco pesado llegar porque el camino era de subida y quedaba algo lejos.
Una vez dejados los trastos nos dispusimos en primer lugar a buscar comida. No fue tarea fácil porque como sabéis Aleyda es vegetariana, y la carne está presente en la mayoría de platos que se preparan en la región. Además necesitábamos un restaurante que tuviera terraza para poder estar con Campanera. Pasando por el Monasterio San Juan de los Reyes encontramos un bar que tenía platos en el menú que nos acoplaban a ambos. A pesar de que recibimos un buen trato por parte del camarero, el servicio fue muy lento y los platos pequeños. Cuando pienso en pueblos o ciudades de interior, siempre tengo en mente comida rica y raciones generosas, así que os podéis imaginar la decepción. Quizá deberíamos haber prestado atención al nombre del bar (“Lounge Sherry Tapas”) para saber que era una trampa para guiris, pero no teníamos mucha más alternativa.
Primer paseo por Toledo
El día estaba gris y caía llovizna de vez en cuando, además por ser invierno no nos quedaban muchas horas de Sol. Después de nuestra mal comienzo decidimos callejear un poco por los alrededores y disfrutar del ambiente medieval y navideño.
EXIF: 48mm | F/11 | 1/30″ | ISO 400
EXIF: 30mm | F/8 | 1/2″ | ISO 100
EXIF: 22mm | F/11 | 4″ | ISO 50
Después compramos en un supermercado para hacernos una cena de quesito y vino en el apartamento y celebrar el cumple de Campanera. ¡Un añito ya con nosotros! Su regalo le gustó mucho, apenas le duró unos segundos 😀
EXIF: 35mm | F/6.3 | 1/60″ | ISO 400 (flash de zapata rebotado al techo)
Puente de San Martín de noche
Para rebajar la cena salimos de paseo en dirección al puente de San Martín (GPS 39,51.21N, 4,2.4W), al que le habían puesto iluminación navideña que le daba un toque muy chulo.
EXIF: 30mm | F/4.5 | 1/100″ | ISO 3.200
Al otro lado del río localicé un punto que me gustaba para fotografiar el puente, aunque siendo ya totalmente de noche no lucía tanto.
EXIF: 19mm | F/8 | 2″ | ISO 100 + 19mm | F/8 | 8″ | ISO 100 (con trípode)
Decidí que aquí tenía que volver al amanecer para pillarlo en hora azul. Iba a tocar madrugar, así que volvimos hacia el apartamento para descansar. Por el camino vimos algo que nos llamó la atención: unos hologramas que iluminaban el suelo de las calles de la judería.
EXIF: 20mm | F/4 | 1/15″ | ISO 3.200
Amanecer en el Puente de San Martín
Todavía de noche cogí los trastos y me fui de nuevo a la posición de ayer a esperar esa mágica luz que todos conocemos. Al llegar… ¡sorpresa! La iluminación de los monumentos estaba apagada. Esto es algo que sucede muy a menudo al amanecer, así que tenedlo en cuenta e informaros antes porque seguramente será mejor hacer la foto al atardecer. En cualquier caso esto es lo que salió:
EXIF: 15mm | F/8 | 8″ | ISO 100 + 15mm | F/8 | 30″ | ISO 100 (con trípode, 4 tomas en horizontal)
Decidí moverme y cambiar el encuadre, pues en la zona de la izquierda se estaban quedando unos colores rosados/morados muy bonitos que desde aquí no se apreciaban. Así que busqué un plano que mirase al puente completamente en paralelo.
EXIF: 30mm | F/8 | 8″ | ISO 100 (con trípode, 1 sóla toma recortada)
El resto del amanecer fue un poco feo, por lo que hice esta última donde se aprecia el Sol comenzando a salir por la derecha del encuadre acompañado de la neblina del río Tajo.
EXIF: 15mm | F/16 | 4″ | ISO 50 + 15mm | F/16 | 8″ | ISO 50 (con trípode, 5 tomas en horizontal)
Aleyda y Campa vinieron a buscarme así que recogí las cosas y fuimos de vuelta al apartamento a por el merecido desayuno.
Museo del Ejército
Comenzamos el día visitando el Museo del Ejército, que está situado dentro del Alcázar de Toledo (GPS 39,51.32N, 4,1.14W). El coste normalmente es de 5€ sólo la entrada o 8€ con audioguía, pero por ser día 6 de Diciembre era gratuito (también lo es todos los domingos del año y los 29/03, 18/04 y 12/10). En el interior podemos encontrar un millon de cosas: algún coche de época, cuadros y obras de arte, fotografías históricas, armas y trajes militares… Si te gusta la historia no deberías perdértelo.
EXIF: 62mm | F/4.5 | 1/30″ | ISO 800
EXIF: 70mm | F/2.8 | 1/100″ | ISO 400
Siguiendo el recorrido de la visita llegamos a un patio interior bastante bonito, el cual lleva a una grandísima terraza desde la que se ven los tejados de las casas vecinas. Ese día estaba todo con niebla así que no vimos mucha cosa.
EXIF: 32mm | F/7.1 | 1/80″ | ISO 100
EXIF: 70mm | F/7.1 | 1/60″ | ISO 100
De vuelta al recorrido, bajamos por unas escaleras para ver una exposición de fotografías antiguas, y justo enfrente había una cripta donde están enterrados militares franquistas.
EXIF: 24mm | F/4 | 1/50″ | ISO 3.200
Acabada la visita, continuamos el día dando vueltas de aquí para allá. Comimos en otro restaurante que fue más acertado que el de el día anterior, aunque en general los precios de Toledo nos parecieron caros para lo que ofrecían. Repito que siempre he tenido la concepción de que en el interior se come bien y barato, pero aquí los precios eran igual o más caros que en Valencia y tampoco se apreciaba una mayor calidad o cantidad en los platos.
Atardecer desde el Mirador del Valle
Llegada la tarde nos fuimos al otro lado del Tajo para ver la estampa más típica de Toledo: el atardecer desde el Mirador del Valle (GPS 39,51.3N, 4,1.24W). Llegamos pronto para ver dónde colocarnos y para ver tranquilamente atardecer. Esta es una primera foto que hice aún con el Sol en alto.
EXIF: 24mm | F/9 | 1/125″ | ISO 100 (trípode y filtro polarizador)
Esta ubicación estaba muy bien, sin embargo quería encontrar un sitio más elevado. Aleyda se fue con Campa a investigar el terreno porque habíamos visto una montaña más adelante pero no sabíamos si se podía subir. Poco tiempo después vino con buenas noticias, así que desmonté todo para cambiar de ubicación. Nos costó un poco subir porque había rocío y algunas piedras resbalaban. Finalmente llegamos a lo que se conoce como la Piedra del Rey Moro (GPS 39,51.2N, 4,1.12W).
EXIF: 26mm | F/9 | 1/80″ | ISO 100
Este encuadre es un poco distinto porque la gran piedra gana mucho protagonismo. Sin embargo me sirve también para que veas dónde me coloqué para buscar un encuadre más “limpio”. ¿Ves la piedra de la parte de abajo del encuadre que está más iluminada? Pues ahí nos colocamos mi trípode y yo, un poco justitos pero es lo que había.
Dejé pasar un poco el tiempo para que oscureciese más, y poco a poco las nubes se fueron volviendo de un rosa intenso. Una estampa de lo más bonita.
EXIF: 24mm | F/8 | 1/5″ | ISO 100 (con trípode, 3 tomas en horizontal)
Un poco más tarde las nubes rosas de la derecha se habían movido y habían perdido ese tono llamativo pero la zona de la puesta de sol quedaba más colorida y la iluminación de los edificios comenzaba a ser más notable.
EXIF: 15mm | F/11 | 1/2″ | ISO 100 + 15mm | F/11 | 2″ | ISO 100 (con trípode, 4 tomas en horizontal)
Con esto en la cámara me dí por satisfecho. Volvimos al coche y al apartamento a pasar nuestra última noche en Toledo.
Sentimientos encontrados
Esta es el sabor de boca que se nos quedó. Al principio de esta publicación te contaba que la primera vez que visité esta ciudad me encantó por su estética medieval. En esta segunda visita esa esencia clásica seguía presente pero de forma muy distinta. Cosa lógica y normal, ¿no? Al fin y al cabo las cosas evolucionan y la ciudad no se va a quedar estancada en el pasado sólo para que lo disfrutemos los turistas. Está claro, pero hay ciertos detalles que no me gustaron mucho.
Te he contado que había pilones en el casco histórico para que sólo pasasen los coches de los vecinos. Pues bien, a pesar de ello había un ir y venir de coches increible, y además van a bastante velocidad para tratarse de calles peatonales y empedradas. La gente nos teníamos que apartar cada dos por tres y apretarnos contra las paredes de las calles estrechas para que pudieran pasar los coches. Si a eso le sumas la multitud de gente que había por ser festivo… No había forma de dar un paseo tranquilos.
Otra cosa que nos llamó la atención es el giro radical que ha dado la ciudad en cuanto al turismo. Pérdida de relación calidad-precio con respecto a hace unos años, siendo los platos más pequeños y más caros. Monumentos y museos con un precio alto, el que más nos sorprendió fue la catedral con un coste de 10€. Carteles escritos en inglés por doquier, lo cual está muy bien para los que vienen de fuera, ¡pero es que hasta en las indicaciones puestas en el empedrado de las calles! Si pasear por Toledo suponía un viaje al pasado, con esto han roto todo ese romanticismo.
Repito que la ciudad sigue teniendo su encanto, pero símplemente ya no es lo que era. Hace unos años la sensación al pasear por las calles era la de estar andando por una auténtica población medieval. Sin embargo en este viaje nos sentíamos como en un gran parque de atracciones, todo enfocado a explotar el turismo. Entiendo que será una de sus mayores fuentes de sustento, pero contradictoriamente están perdiendo la esencia que les distinguía y que les ha llevado a recibir tanto turismo para convertirse poco a poco en una ciudad más. Ojalá me equivoque y que con el tiempo vuelva a ser lo que era, pero si la senda que han seguido en estos últimos 6 años continúa por el mismo camino…
Consuegra y sus molinos de viento
Salimos de Toledo después de desayunar, con intención de hacer alguna parada intermedia de camino a Valencia. Estuve mirando qué cosas interesantes podíamos visitar que no supusieran desviarse mucho y acabamos decantándonos por los molinos de viento de Consuegra (GPS 39,26.52N, 3,36.22W).
Los molinos quedan a las afueras del pueblo, en lo alto de una montaña, y fuimos directos porque no había mucho más para ver. En menos de 1 hora nos plantamos allí, pero como no habíamos madrugado mucho el Sol ya estaba muy alto. Así que como podrás imaginar la luz no era la ideal para sacar lo mejor de estos molinos, pero aún así intenté sacarlo lo mejor que pude.
EXIF: 30mm | F/10 | 1/1600″ | ISO 100
EXIF: 26mm | F/10 | 1/500″ | ISO 100 (con filtro polarizador)
EXIF: 34mm | F/10 | 1/1250″ | ISO 100 (con polarizador)
Que hubiese gente de visita no era extraño porque estos molinos aparecen como uno de los puntos de visita obligados cuando buscas información sobre la provincia de Toledo. Lo que uno no espera es que venga gente desde Corea a verlos. Sí, has oído bien. Cuando llegamos había un par de autobuses llenos de coreanos haciendo turismo. Nosotros somos los primeros que cuando viajamos a parte de ver lo típico buscamos zonas menos turísticas. Sin embargo, se hace raro que gente de mediana edad que viene de la otra punta del mundo haga parada en una población remota. El hecho de que fuese un viaje organizado tendrá algo que ver, pero fue realmente chocante verlos por allí.
Y aquí acabó nuestro viaje. Los molinos de Consuegra fueron una parada que mereció la pena y pasa a formar parte de mi lista de “pendientes” para cuando pueda visitarlos con mejor luz. Se me ocurren algunas ideas para sacarle partido incluso de noche… ¡Otra vez será!
Leave a reply