¡Muy buenas! Como ya avancé en las stories de mi Instagram, he empezado una colaboración con la compañía Vanguard, una empresa que cuenta con una amplia experiencia en trípodes, rótulas, mochilas y accesorios de fotografía. Me enviaron su trípode de viaje Vanguard Veo 3GO 265HCB para que lo probase y te pudiese dar mi opinión, y tras dos meses trabajando con él en distintas situaciones, ha llegado la hora de contarte mi experiencia. Como siempre, te dejo aquí el vídeo/review y más abajo encontraréis toda la información escrita y más extensa.
Especificaciones técnicas y accesorios incluidos
Antes de entrar en detalle a contar lo que nos puede ofrecer este trípode, creo que es importante dar unas pinceladas de sus datos técnicos para saber dónde se sitúa dentro del amplio y variado mercado de trípodes.
Los modelos de trípodes Vanguard con el apellido “GO” nos están indicando que son trípodes pensados para viaje, donde queremos aportar estabilidad a nuestra cámara sin renunciar a un tamaño y peso contenido. Aparte, el número “265” nos está diciendo que la parte más ancha de las patas tiene un grosor de 26mm y que cada pata cuenta con 5 secciones. Por último, la nomenclatura “HCB” nos indica que está fabricado en fibra de carbono.
Aquí puedes echar un ojo a las especificaciones y todo lo que viene incluido cuando lo compramos:
- Material: fibra de carbono
- Peso: 1,40 kg
- Tamaño:
- Plegado: 41 cm
- Máxima altura (con primera extensión de columna larga + rótula): 1,67 m
- Peso máximo soportado: 10 kg
- Patas:
- Nº secciones: 5
- Grosor: 26 mm (parte más ancha)
- Ángulos de abertura: 21º | 50º | 80º
- Sistema de cierre: rosca
- Una de las patas es convertible en monopie (usable también como palo «selfie»)
- Rótula de bola con sistema Arca-Swiss e indicador de grados de giro para panorámicas
- Plato Arca-Swiss
- 2 columnas: una larga reversible y una corta para tomas bajas
- Gancho retráctil para colgar peso y ganar estabilidad
- Pies de goma y clavos para adaptarse a distintos terrenos
- Tornillo con rosca reversible, de tamaño 1/4″ por un lado y 3/8″ por otro
- Acople para smartphones de hasta 87 mm de anchura
- Disparador remoto bluetooth para smartphones con pinza para acoplarlo a una pata
- Funda de transporte acolchada
- Llaves de allen
Pros y contras de un trípode de viaje
Esta combinación de características lo hace un trípode ideal para viajar con un buen equilibrio entre estabilidad y portabilidad, además de una gran versatilidad. Es evidente que nunca va a ser comparable a la estabilidad que nos puede aportar un trípode de 2 o 3kg de peso, con patas de 3 secciones gruesas, porque ya sabes: a más grande y pesado, más estable. Milagros a Lourdes… Simplemente, son complementarios.
Por ejemplo, en mis viajes muy fácilmente hago una media de 20km andando al día. ¿Te imaginas llevar un monstruo de 3kg sumado a la mochila, cámara, objetivos, filtros, algo de ropa, agua, etc? Es algo que tiene sentido si esperas condiciones climáticas adversas o fuerte viento, para meterlo dentro de ríos o en el mar con una fuerte corriente… Ahí ese extra de estabilidad se agradece. Pero… ¿para un día sin viento? ¿Para explorar una ciudad? ¿Para una ruta de senderismo? En esos casos la molestia de cargar con kg extra va a ser peor que la ventaja de una mayor estabilidad, ¿no crees?
Además, por sus medidas contenidas siempre podrás colocarlo en cualquier maleta o mochila (sin necesidad de que sea fotográfica), o llevarlo bien anclado en el exterior sin que vaya dando bandazos con riesgo de golpear a alguien por la calle sin querer.
Cada herramienta tiene su uso, por eso yo tengo varios trípodes, y uno de ellos siempre ha sido un trípode de viaje.
Calidad de construcción
El Vanguard Veo 3GO está muy bien acabado. Sólo hay que tocarlo para darse cuenta de que han empleado un buen material.
Por ejemplo, si nos fijamos en la rótula, el material es aluminio aeronáutico y se ve robusto. Las palometas para hacer ajustes son firmes y aumentan la fricción sobre la bola de manera gradual. De este modo podemos hacer ajustes más finos a la hora de componer y corregir la posición de la cámara.
En cuanto a las gomas, las que recubren las palometas así como los anillos de cierre de las patas no tienen pinta de ser las típicas que ceden al mínimo uso. Por ponerles un «pero», al tener estrías o puntitos muy pequeños la arena de la playa se queda entre medias y es más puñetero de limpiar in situ que si fuesen estrías más gruesas. Nada que no se vaya a ir rápidamente bajo un chorro de agua dulce.
Y el hecho de que esté fabricado en fibra de carbono le da un tacto agradable incluso en situaciones de mucho frío o calor, ya que no le afecta tanto la temperatura ambiente como a los trípodes de aluminio. Tengo un trípode de aluminio y sé de lo que hablo, estar haciendo fotos a bajas temperaturas y tener que manipularlo sin guantes no da ningún gustito. En verano lo mismo, si lo has llevado todo el día en el coche o enganchado a la mochila bajo el sol, cuando vayas a tocarlo quizás se te quede la marca del trípode tatuada en la palma de la mano. Exageraciones aparte, más de una vez me ha tocado soltarlo corriendo porque quemaba.
Una gran versatilidad
Otra de las características inherentes a los trípodes de viaje es que son versátiles para salvar las distintas situaciones en las que nos podemos ver durante un viaje, y el Vanguard Veo 3GO 265HCB lo es ¡y mucho!
Para empezar, las patas se pliegan sobre sí mismas dejando encerrada la rótula entre ellas, de este modo va más protegida de golpes. También están más protegidas las personas que tengas cerca, porque un mal golpe puede hacer mucho daño. Como ya hemos comentado, este sistema además hace que el trípode quede más compacto una vez plegado. Esos 41 cm caben en cualquier mochila, sea fotográfica o no.
El sistema de cierres mediante rosca es muy práctico y rápido. La primera vez que usé un trípode de este tipo me sentí raro viniendo del tradicional sistema de palometas, pero con el tiempo me gusta más. Teniendo el trípode cerrado, con un giro de muñeca (como si le diésemos gas a una moto) podemos abrir todas las roscas de una pata. Luego basta con alargar el brazo para extender sus 5 secciones. Finalmente habrá que cerrar cada rosca mediante otro giro para dejarla fijada. Para recogerlas otra vez lo mismo. Esto irá a gustos, pero cuando la mayoría de marcas optan ya por cierres de rosca… Y es que tienen otra ventaja añadida: puedes desmontar las secciones de la pata para limpiarlas a fondo sin necesidad de desatornillar las palometas, basta con seguir girando la rosca.
Siguiendo con las patas, el hecho de que se puedan abrir a distintos ángulos nos permite adaptarnos al terreno. Por ejemplo, yo lo he usado en miradores y puentes, para dejar dos patas apoyadas en la repisa o en la barandilla y la otra en el suelo. De este modo puedes asomarte más, y no molestas tanto como si las 3 patas estuviesen en el suelo, ya que no estás ocupando todo ese espacio. Otra situación en la que me ha venido bien es cuando estoy en terrenos muy irregulares como por ejemplo subido a rocas en la costa. Poder ajustar el ángulo y la extensión de cada pata individualmente me permite adaptarme para buscar mejores puntos de apoyo y, por tanto, más estabilidad.
Si combinamos su máxima abertura (80º) con la columna central corta, podemos hacer fotos con un punto de vista muy bajo. Evidentemente, como no abren 90º y hay que sumarle la altura de la rótula, con esta columna no llegamos a estar a ras de suelo. Nunca he necesitado hacer una foto tan pegado al suelo, pero si se diera el caso, la columna larga se puede invertir dejando la cámara boca abajo hasta el punto de que se puede pegar el objetivo al suelo. Invertir la columna no sólo sirve para esto sino que es una función que se usa en fotografía macro para buscar ángulos complicados. En un uso más normal, la columna central larga nos permite hacer el trípode más alto, llegando hasta los 1,67 metros. Aunque ojo, cuanto más la subamos más estabilidad perderemos, así que es algo a usar «en caso de emergencia».
¿Que en un momento determinado queremos ganar estabilidad? Pues nada, con el gancho retráctil que lleva en su parte inferior la columna larga podemos colgar peso para hacer más estable el trípode, echando mano de algo que tengamos en ese momento. Por ejemplo, la mochila con nuestro equipo. También puede ser buena idea llevar siempre junto al equipo una bolsa de plástico y meterle dentro algo que tengamos a mano como piedras o cualquier cosa que nos aporte un peso extra.
Otro accesorio que nos viene incluido son los clavos metálicos, y no, no son para crucificar a nadie (ahora que acabamos de pasar Semana Santa no he podido evitar soltar el chascarrillo…). Se usan para sustituir los pies goma que trae montado el trípode por defecto, cuando vamos a hacer fotos sobre un terreno que no es sólido y estable. Por ejemplo, en la arena, dentro del agua, sobre la nieve, en barro… Son lugares donde el trípode, por estable y robusto que sea, puede moverse por no estar bien sujeto al suelo.
Nos queda por comentar que una de las patas se convierte en monopie. Para ello hay que desenroscarla y soltar con una llave allen (también incluida en la caja) un tornillo de seguridad que aprieta la rosca a la columna central. Algo farragoso pero no tardas más de 2 minutos. Es una funcionalidad que tenían otros de mis trípodes, que siempre me ha gustado tener «por si» llega el día que me hace falta, pero en realidad no lo he usado ni una sola vez. Supongo que por el tipo de fotos que hago, o uso trípode o no uso nada… El caso es que este trípode Vanguard cuenta con algunas cosillas extra que lo hacen más aprovechable que el resto, y es que se incluye un adaptador para usarlo con un móvil en plan palo selfie y un disparador bluetooth compatible con iOS y Android que puedes dejar enganchado a la pata. Si algo hace la gran mayoría de gente cuando está de viaje son selfies, así que ¿para qué llevar otro palo más si lo llevas incluido en el trípode? ¿Es o no es versátil? Y quien dice selfies dice grabar vlogs.
¿Cómo se ha comportado con mi equipo?
Durante estos dos meses lo he usado con mi equipo actual, donde el combo más pesado que uso es la Sony A7III con el Sony 24-105mm f/4 OSS y el plato en L, que vienen a ser unos 1,50 kg. Como se ve en el vídeo, también a veces he montado un monitor de campo que añade unos 300 gr y el sistema de filtros LucrOit. En definitiva, podemos hablar de unos 2 kg de carga. Y lo «bueno» es que han sido unos meses donde ha sido llegar el fin de semana o fiestas y tener mal tiempo, con algunos días de lluvia y sobre todo viento. Esto me ha permitido probarlo en unas condiciones que no son las más favorables.
Si bien la ficha técnica nos marca un peso máximo soportado de 10 kg, este dato hay que cogerlo siempre con pinzas (sea cual sea el fabricante) ya que nos indica del peso que puede aguantar sin espatarrarse, pero eso no quiere decir que podamos trabajar bien con ese peso. Lo que sí puedo garantizar es que tanto el trípode como la rótula han sido capaces de aguantar mi equipo sin cabecear, incluso con algo de viento. Me ha sorprendido que siendo tan pequeña la rótula de bola aguantase, ya que con alguna rótula más grande que esta si ponía la cámara un poco en picado el peso le hacía vencerse hacia delante poco a poco a lo largo de la sesión.
Cuando el viento sopla con algo más de fuerza es donde la ligereza del trípode se vuelve en nuestra contra. Por suerte, eso no significa que tengas que dar por terminada la sesión, sino que has de adaptarte evitando abrir todas las secciones de las patas, colgando peso extra sobre el gancho y por supuesto olvidándonos de extender la columna central. En definitiva, te ves forzado a trabajar con un punto de vista más bajo, pero podrás seguir trabajando siempre que no sea un viento muy fuerte.
Dos meses de uso son poco para valorar aspectos como posibles holguras de gomas o del freno de la bola .de la rótula y demás. Eso es algo que se ve con el paso de los años, así que no puedo hacer valoraciones en este sentido ni para bien ni para mal.
Conclusión
A estas alturas creo que está claro que nos encontramos ante un estupendo trípode de viaje por su buena relación tamaño/peso/estabilidad, polivalencia y calidad deL material. Sólo hace falta echar un ojo a lo que hemos analizado en los puntos anteriores para ver que tenemos un mundo de posibilidades con él.
En todo el tiempo que llevo fotografiando y viajando he podido probar 4 trípodes de viaje de distintas marcas y mi opinión es que este Vanguard VEO 3GO 265HCB está por encima de ellos. Así que, si tienes claro que lo que necesitas es un trípode de viaje, te aseguro que este no te va a defraudar. Digo esto porque hay que ser conscientes de las limitaciones de este tipo de trípodes, ya que no podemos esperar la estabilidad de otros más pesados (que por cierto, Vanguard también tiene en su catálogo). Llegado al punto de necesitar más estabilidad, hay una serie de recomendaciones que podemos seguir para trabajar más seguros:
- Cuanto más pegada esté la cámara a la base, mejor. Si puedes, evita extender la columna larga o usa la corta.
- Cuantas menos secciones de las patas extiendas, mejor, y extiende siempre primero las más gruesas. Así el centro de gravedad estará más bajo y no dependerás de la estabilidad de las patas más finas.
- Si en un momento determinado necesitas extender el trípode a tope, siempre te quedará usar el gancho para colgarle peso.
¡Con esto no habrá foto que se te resista en tus viajes!
En cuanto al precio, actualmente en la web de Vanguard este trípode está a 269,90€, pero tienes un descuento del 20% usando el código «CISCAR20VAN« en el proceso de compra, por lo que se te quedaría en 215,92€.

Estamos hablando del producto «top» de Vanguard en trípodes de viaje, pero contamos con versiones más económicas fabricadas en aluminio que van desde los 120 a los 200€ (con el descuento serían 96-160€). Y por supuesto, tenemos trípodes más robustos como el Vanguard VEO 3+, rótulas que soportan hasta 30 kg de peso y sus famosas mochilas robustas de las que también fui usuario. Échale un vistazo a su tienda porque seguro que encuentras lo que necesitas.
2 Comments
Gracias Jorge. Buena info, amena y detallada como otras. Me alegra de esa colaboración con el fabricante. Saludos.
Gracias JuanRa! Me alegra que te haya gustado. Un abrazote