Hacer fotos con grandes lunas y soles es una asignatura que tenía pendiente porque disfruto haciéndolas y planificándolas pero me cuesta ponerme a ello, y parece que poco a poco voy poniéndole solución. A finales de 2021 cuadré el sol en el centro de la Avenida del Puerto de Valencia, lo que llamé Valenciahenge imitando al tan fotografiado Manhattanhenge. Ahora tocaba hacer una sesión con luna llena, algo que siempre aporta un toque romántico y místico a la escena. Así que ya ves, me he propuesto amortizar el Sigma 150-600mm 😀
En este artículo te voy a explicar cómo se gestó la sesión desde el principio, un shooting que contó con una modelo gimnasta y traje de diseñadora. ¡Ojo!
De dónde surge la idea
Siento decepcionarte pero no fue nada del otro mundo… Dando una vuelta por el paseo marítimo de Puerto de Sagunto vi un par de árboles y un muro bajo sobre el que se sentaba la gente (GPS 39.665830, -0.207045). Mi cabeza, que no para de buscar fotos, se montó una escena idílica: mi mujer y mi hijo sentados encima del muro, entre los árboles, mirando la luna salir. Una pedazo de luna más grande que ellos. Pero claro, habiendo algo menos de 100 metros de distancia hasta el muro, había que ser realista y rebajar las pretensiones… La luna tendría un tamaño aparente de algo menos de 1 metro. Aun así, colocándola en el encuadre podía tener su magia.
Faltaba la peor parte: que a la luna le diese por salir entre los árboles algún día. Por una vez tuve suerte y Photopills me dijo no sólo que era factible, sino que iba a suceder en pocos meses. Digo esto porque muchas de las cosas que intento calcular son para dentro de varios años, y muchas otras ni siquiera son posibles ya que la luna nunca pasa por ese punto.
¿En qué quedamos? ¿En la foto sale tu familia o una gimnasta? Efectivamente, hubo que hacer cambios en el guión. La idea inicial fue poner a mi familia, pero la foto era un martes a las 18:30h, y saliendo de trabajar a las 18:00h era imposible pasar por casa, recogerlos y llegar al punto de disparo.
De todos modos, no estaba dispuesto a echar a perder la planificación. Así que hablé con mi amigo Carlos Correcher, gran artista valenciano de la fotografía de retrato que deberías estar siguiendo. La sesión se sale de lo que él y sus modelos suelen hacer. Aun así, como le gustan los retos, enseguida su cabeza empezó a imaginar poses, estilo, atuendos… hasta dar con las personas adecuadas.
Por un lado, buscó a una modelo que pudiera mantener poses marcadas, y quién mejor que Beth, que pertenece al club de gimnasia rítmica de Morvedre. También necesitábamos vestuario que fuese en sintonía con la atmósfera mística de la luna, y para ello contamos con la ayuda de Designs by Véronique y sus maravillosos trajes de diseño.
Cálculos con PhotoPills
Para que entiendas mejor la escena, aquí te dejo el cálculo que hice con PhotoPills:

Antes de que te explote la cabeza: no, no se pueden poner dos cintas de información en la app de PhotoPills. Lo he montado yo en Photoshop para enseñarte toda la info en una única pantalla.
Por comentar un poco las condiciones, y por si no estás familiarizado con la interfaz de PhotoPills, el pin rojo es donde nos íbamos a situar nosotros con la cámara. El pin negro es donde pondríamos a Beth, entre los dos árboles. La app ya nos da la siguiente info:
- Tenemos una distancia de unos 91 metros a la modelo
- En una A7III (Full Frame) y con una focal de 300mm podríamos meter en el encuadre prácticamente los 2 árboles al completo. Ya es cuestión de ir jugando con el zoom del 150-600mm según queramos que salgan los dos o centrarnos más en la modelo.
- La luna tendrá un tamaño aparente de 0,80 metros
- A las 18:35h la luna pasará por en medio de los árboles y tendrá una altura de 1,60m sobre el horizonte.
- A esa hora el sol estará a -6,43º. Es decir, estará por debajo del horizonte y nos encontraremos en plena hora azul con luz ambiente escasa.
Con todo esto sólo quedaba rezar para que ese día no hubiesen nubes, ni bruma marina en el horizonte, para que la luna se viese tal y como estaba planeado. La verdad, cuando sales a hacer fotos de paisaje y te pasa algo así te da rabia, pero en este caso al haber movido a tanta gente me hubiese sabido fatal por que hubiesen hecho el esfuerzo para nada.
El equipo que usé
Tal como ya hemos visto, usé mi cámara actual Full Frame (Sony A7III) y el teleobjetivo Sigma 150-600mm Contemporary de Canon con el adaptador Sigma MC-11.
En esta ocasión prescindí del trípode. Me hubiese ayudado a evitar trepidaciones y a bajar un poco el ISO, pero necesitaba libertad de movimiento para ir cambiando de sitio y de ángulo a medida que la luna subía.
Faltaba una cosa: solucionar la escasa luz ambiente. Si no hacíamos algo, Beth y su traje iban a quedar muy subexpuestos y no iban a lucir. Tampoco tenía gracia hacer un contraluz ya que la luna no iba a ser suficientemente grande como para cubrir por completo la modelo… Optamos por llevar uno de mis focos de luz LED Neewer 660 con batería. No sabía si sería suficiente para alumbrar toda la escena, lo que tenía claro era que mejor eso a que quedase toda oscura. ¡Toda piedra hace pared!
Llega el día: la prueba de fuego
Este tipo de sesiones siempre ponen un poco nervioso. En paisaje tenemos muchos factores que no controlamos, pero aquí contamos con el extra de que la planificación se cumpla al milímetro. Un mal cálculo arruinaría la toma, y sobre todo me sabría mal por todos los implicados más que por perder la foto en sí.
Acabé de trabajar, cogí el coche y salí pitando hacia Puerto de Sagunto. Todos los demás acudieron con tiempo y estaban listos, sólo faltaba yo con el foco LED… Conforme aparqué salté del coche, se llevaron el foco cerca de la modelo, encendí la cámara y a disparar. ¡Qué estrés!
Por suerte todo salió bordado: la luna empezó a verse desde que asomó la puntita, no había ni una nube y el foco hizo su papel dando bastante luz. Aquí puedes ver los resultados de la sesión:






Mientras disparaba no dejaba de pensar en el frío que debía pasar la pobre Beth, en pleno enero, a la orilla de la playa con la humedad que hacía… Estuvo espectacular y se portó como una campeona, moviéndose a medida que Carlos le dirigía por teléfono, con la complicación añadida de que ella no sabía lo que estábamos viendo con nuestras cámaras. También volvimos un poco loca a Verónica, que iba trasladando el foco de luz de un sitio a otro… Sin duda, si algo hemos conseguido ha sido gracias a un gran trabajo en equipo.
La práctica hace al maestro
En todas las sesiones se aprende algo, y más cuando se trata de un tipo de foto al que no estás muy acostumbrado. Lo mejor que puedo hacer es compartirlas contigo para que no caigas en los mismos errores que yo.
Al empezar la sesión tuve algún problema de foco que otro. De hecho, la primera foto que he colgado está desenfocada, solo que a tamaño pequeño pasa desapercibido. Pensaba que era porque había poca luz y estaba usando un objetivo poco luminoso (para colmo conectado mediante adaptador). Sin embargo, fueron otros dos factores los que me estaban afectando. Aquí te doy un par de consejos:
- Poner el modo de enfoque en contínuo (AF-C): tenía puesto el modo de enfoque AF-S de punto único que uso en paisaje, y a la cámara le costaba coger bien el foco. Fue pasarlo a AF-C y lo cogía mejor y más rápido. En otras cámaras o combinación cámara/lente puede que no suceda lo mismo, pero en el caso de la A7III es lo que pude comprobar.
- Disparar a 1/250″ o más: aunque tenía el estabilizador activado, mi pulso no era lo suficientemente bueno como para disparar por debajo de 1/250″. Aparte tenía que congelar el movimiento de la modelo. Comprobé que a esa velocidad la tasa de acierto aumentaba mucho.
Por comentar un poco los datos de disparo, las focales usadas fueron entre 300 y 600mm como estaba previsto. Pese a tener el foco LED tuve que emplear la abertura máxima que me permitía el objetivo (F/6.3) y subir ISO casi a tope para conseguir esa velocidad de 1/250″. Todo eso tenía un peaje: más ruido y falta de nitidez en la luna. En la última foto sí que hice un segundo disparo enfocando a la luna que luego fusioné en Photoshop, pero no podía pasarme toda la sesión así y más cuando no estaba usando trípode.
Sin duda, lo que marcó la sesión fue la luz. De haber tenido más iluminación artificial habríamos conseguido parámetros de disparo más óptimos. También fallamos en la direccionalidad, ya que dejábamos el foco en el suelo, por lo que no quedaba del todo natural.
Para la próxima sesión con modelo buscaré un día que el sol esté como máximo a -1º. Al haber más luz ambiente queda compensada la iluminación de la escena con la de la luna, y posiblemente no haría falta añadir luz artificial. También intentaré encontrar localizaciones donde podamos ponernos a unos 300-400 metros de la modelo para que la luna salga bien grande.
Procesado de las fotos
Siempre digo que este tipo de fotos no necesitan de un gran procesado para lucir. Aquí cobra más importancia la precisión, el momento exacto donde todo cuadra, la composición, dónde coloques a la luna y a tu sujeto, en qué pose… El hecho de que cuadre todo ya es un éxito.
Si les dediqué un poco más de tiempo fue porque tuve que eliminar el foco LED que aparecía en el suelo en algunas fotos, y también limpié el murito de grafitis que distraían…
Lo único novedoso al editar esta sesión fue que usé el programa DxO Pure RAW para eliminar el ruido. ¡Y vaya si lo hizo! Había oído a los monstruos de Iván Ferrero y Antonio Prado hablar maravillas de él, y esta era la ocasión ideal para probarlo (fotos a ISO 12800, teleobjetivo…). El funcionamiento es sencillo: abres los RAW con la aplicación, esperas un tiempo (varios segundos por foto) y te devuelve un DNG compatible con cualquier revelador limpito de ruido y con más detalle. Cuesta de creer que haya una diferencia tan brutal con respecto a otros reveladores, pero yo no tuve narices de conseguir un acabado igual en Capture One (que ya de por sí me gusta más que Lightroom). En cuanto pueda te prepararé un vídeo.
Espero que te haya gustado la explicación y te animo a que pruebes a hacer este tipo de fotos. La magia de la luna es única 😉
6 Comments
Muy grandes chicos! buen combo Carlos & George. Queremos ver más de esa combinación.
Mil gracias tocayo del norte! Estoy seguro de que no será la última 😉
Magnificas serie de fotografías , yo no libre muchas pero las tengo muy oscuras, ya que jugué con una ISO muy baja. Me ha gustado mucho la explicación del como, antes y después que haces del trabajo realizado. Algo he aprendido para las próximas fotografías. Gracias y Felicidades
Muchas gracias Miguel!
No descartes tus fotos, recuerda que la A7III es ISO invariante y puedes subir la exposición en el procesado prácticamente con el mismo resultado que si hubieses puesto un ISO más alto en el momento de la toma.
Fue una sesión complicada por la falta de luz, a la próxima hay que buscar una que el Sol no esté tan escondido…
Un abrazo
Extraordinarias fotografías y magnifica expilación de como las has realizado, muy didáctico para aficionados que tenemos ganas de aprender, muchas gracias por compartirlas.
Un saludo
Muchas gracias Jose Antonio! Me alegra que te sea interesante el artículo.
Un abrazo y buenas fotos!